Latencia y ARN asociados a la latencia viral (vLAT):
El CMV establece un estado de latencia único, en el que existe latente dentro de las células infectadas sin producir activamente nuevos viriones. Durante esta fase latente, el genoma viral persiste como un episoma circular en el núcleo, evadiendo la detección por parte del sistema inmunológico del huésped. La expresión de ARN virales asociados a latencia (vLAT) ayuda a mantener la latencia y suprimir la respuesta inmune.
Evasión de inmunidad:
El CMV tiene una notable capacidad para evadir la vigilancia inmunitaria del huésped. Produce proteínas que interfieren con la presentación de antígenos virales en la superficie celular, haciéndola menos reconocible para las células T citotóxicas. Además, el CMV manipula las vías de señalización inmunitaria del huésped, lo que perjudica la producción de citocinas antivirales y la función de las células inmunitarias, como las células asesinas naturales (NK) y los macrófagos, que de otro modo podrían combatir la infección.
Interfiriendo con la presentación del Complejo Mayor de Histocompatibilidad Clase I (MHC-I):
Un mecanismo crucial utilizado por el CMV para evadir la detección inmune implica alterar la vía de presentación del antígeno MHC-I del huésped. Las moléculas de MHC-I presentan péptidos virales en la superficie celular, lo que permite el reconocimiento por parte de las células T citotóxicas. El CMV produce proteínas que regulan negativamente la expresión de MHC-I, haciendo que las células infectadas sean menos visibles para el sistema inmunológico.
Regulación negativa de los receptores de superficie:
El CMV regula a la baja selectivamente la expresión de receptores de superficie específicos en las células infectadas, incluidos los receptores implicados en el reconocimiento y la señalización de las células inmunitarias. Esta regulación negativa dificulta aún más la capacidad del huésped para detectar y responder al virus.
Explotación de los procesos de transporte celular:
CMV explota hábilmente los mecanismos de transporte celular para facilitar su propagación dentro del huésped. Utiliza las vías endocíticas del huésped, como la endocitosis mediada por clatrina, para ingresar a las células y entregar su genoma viral al núcleo. Este método de caballo de Troya proporciona al CMV una ruta de entrada encubierta más allá de las barreras protectoras de la célula.
Modulación de la expresión de genes celulares:
El CMV secuestra la maquinaria de expresión genética de la célula huésped para manipular los procesos celulares a su favor. Produce proteínas virales que mejoran la expresión de genes que benefician al virus o reprimen aquellos que podrían obstaculizar su replicación. Esta manipulación de la expresión de genes celulares proporciona un entorno de apoyo para la supervivencia y persistencia del CMV.
Conclusión:
El citomegalovirus (CMV) muestra un intrincado repertorio de tácticas para frustrar las defensas celulares y establecer infecciones a largo plazo. Su dominio para evadir la detección inmune, regular negativamente los receptores de superficie, explotar los mecanismos de transporte celular y modular la expresión genética resalta la notable complejidad y el éxito evolutivo de este miembro de la familia del herpesvirus en la carrera armamentista entre virus y huéspedes. Comprender estas estrategias es crucial para desarrollar terapias antivirales y vacunas eficaces para combatir las infecciones por CMV y prevenir las enfermedades asociadas.