* Mayor responsabilidad: Exigir a los usuarios que utilicen sus nombres reales los haría más responsables de sus acciones en línea. Esto podría ayudar a reducir la cantidad de acoso, trolling y desinformación que se difunden en las redes sociales.
* Mayor confianza: Es más probable que las personas confíen en la información que proviene de personas reales que en cuentas anónimas. Esto podría ayudar a mejorar la calidad general de la información en las redes sociales y convertirlas en una fuente más confiable de noticias e información.
* Seguridad mejorada: Exigir a los usuarios que utilicen sus nombres reales podría ayudar a mejorar la seguridad en las redes sociales. Esto se debe a que dificultaría la creación y el uso de cuentas falsas con fines maliciosos, como phishing y estafas.
Argumentos en contra:
* Privacidad reducida: Exigir a los usuarios que utilicen sus nombres reales reduciría su privacidad en línea. Esto podría hacerlos más vulnerables al acoso, el acoso y otras formas de ciberacoso.
* Posible censura: Si las empresas de redes sociales exigieran a los usuarios que usaran sus nombres reales, podrían darles el poder de censurar la libertad de expresión. Esto podría dificultar que se escuchen las voces disidentes y podría desalentar la celebración de conversaciones importantes.
* Menos usuarios: Algunos usuarios pueden optar por abandonar las redes sociales si se les exige que utilicen sus nombres reales. Esto podría provocar una disminución de la popularidad de las plataformas de redes sociales y hacerlas menos rentables.
Conclusión:
Existen ventajas y desventajas en exigir a los usuarios que utilicen sus nombres reales en las redes sociales. En última instancia, la decisión de implementar o no esta política depende de cada plataforma de redes sociales.