La pandemia de COVID-19 ha tenido un profundo impacto en el mundo, provocando confinamientos generalizados, restricciones de viaje y medidas de distanciamiento social. En un esfuerzo por frenar la propagación del virus, los gobiernos y las organizaciones de salud pública han lanzado varias campañas para alentar a las personas a quedarse en casa y practicar el distanciamiento social. Estas campañas suelen incluir mensajes de celebridades, personas influyentes y marcas.
Si bien hay cierta evidencia de que estas campañas han sido efectivas para cambiar el comportamiento de las personas, también hay cierta evidencia de que las marcas pueden haber jugado un papel en socavar estos esfuerzos. Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Pensilvania encontró que las personas que estuvieron expuestas a publicidad de marcas relacionadas con COVID-19 tenían menos probabilidades de adoptar comportamientos de distanciamiento social.
El estudio, que fue publicado en la revista *Social Science &Medicine*, analizó datos de una encuesta de más de 1.000 personas en los Estados Unidos. La encuesta preguntó a los participantes sobre su exposición a la publicidad de marcas relacionadas con COVID-19, así como sobre su comportamiento de distanciamiento social.
Los investigadores descubrieron que las personas que estuvieron expuestas a más publicidad de marcas relacionadas con COVID-19 tenían menos probabilidades de quedarse en casa, lavarse las manos y evitar grandes multitudes. También eran más propensos a informar que no les preocupaba enfermarse a causa del virus.
Los investigadores creen que esto puede deberse a que la publicidad de marcas relacionadas con COVID-19 puede haber creado una sensación de complacencia sobre el virus. Señalan que muchos de estos anuncios presentaban imágenes de personas divirtiéndose en entornos sociales, lo que puede haber llevado a los espectadores a creer que era seguro salir en público.
Los investigadores también encontraron que los efectos de la publicidad de marcas relacionadas con COVID-19 eran más fuertes en las personas más jóvenes y con menos educación. Esto sugiere que estos grupos pueden ser más vulnerables a la influencia de la publicidad.
Los hallazgos del estudio tienen implicaciones importantes para las campañas de salud pública. Los investigadores recomiendan que las organizaciones de salud pública eviten el uso de publicidad de marca para promover comportamientos de distanciamiento social. También recomiendan que las marcas sean más conscientes del impacto potencial de su publicidad en la salud pública.
La pandemia de COVID-19 nos ha mostrado la importancia del distanciamiento social y otras medidas de salud pública. Las marcas tienen la responsabilidad de utilizar su poder publicitario para respaldar estas medidas, no para socavarlas.