Los hombres no necesariamente tienen que esperar a una segunda ronda. Es un estereotipo y una construcción social común que sugiere que los hombres siempre están sexualmente excitados y listos para tener relaciones sexuales. Sin embargo, el deseo y la excitación sexual varían entre los individuos independientemente del género. Tanto hombres como mujeres pueden experimentar fluctuaciones en sus preferencias, necesidades y habilidades sexuales con el tiempo. Es importante priorizar la comunicación abierta, el respeto y el consentimiento en cualquier relación sexual, y no hacer generalizaciones sobre las personas en función de su género.