La crisis económica mundial de 2008 afectó especialmente a Europa. Las tasas de desempleo aumentaron marcadamente en muchos países y los jóvenes se vieron especialmente afectados. Esto provocó una gran ansiedad y resentimiento económicos, que algunos creen que han contribuido al ascenso de la extrema derecha.
Reacción cultural
Algunos europeos sienten que su cultura tradicional está siendo amenazada por la inmigración y la diversidad cultural. Esto es particularmente cierto en países con grandes poblaciones musulmanas. Esta ansiedad puede provocar una reacción contra los inmigrantes y el multiculturalismo, y un giro hacia partidos nacionalistas más conservadores.
Quejas políticas
La extrema derecha también ha podido sacar provecho de los agravios políticos. Muchos europeos sienten que sus gobiernos no están en contacto con sus preocupaciones y culpan al establishment por los problemas económicos y los cambios culturales que están experimentando. Esto ha llevado a algunas personas a girar hacia la extrema derecha como alternativa a los partidos políticos tradicionales.
Redes sociales y noticias falsas
El auge de las redes sociales ha facilitado que la extrema derecha difunda su mensaje. Las plataformas de redes sociales permiten cámaras de resonancia, donde las personas pueden rodearse de otras personas que comparten sus puntos de vista y opiniones. Esto puede llevar a la polarización y a la falta de exposición a diferentes puntos de vista. Las noticias y la propaganda falsas también pueden difundirse rápidamente en las redes sociales, lo que contribuye aún más a la desinformación y la desconfianza.
Es importante señalar que no todos los europeos están siendo empujados hacia la extrema derecha. Todavía hay una gran mayoría que apoya a los partidos tradicionales y los valores progresistas. Sin embargo, la extrema derecha ha podido capitalizar las preocupaciones y quejas de muchos europeos, y han tenido un impacto significativo en la política europea en los últimos años.