1. Orejas: Espalda aplastada contra la cabeza, indicando sumisión.
2. Ojos: Evitar el contacto visual directo, señal de malestar.
3. Cola: Metido entre las piernas, otro gesto sumiso.
4. Postura del cuerpo: Encogido o encorvado, indicando una posición defensiva.
Asociación con el castigo: Cuando los perros son sorprendidos en el acto de hacer algo malo, como masticar muebles o robar comida, pueden asociar la reacción de desaprobación o castigo del dueño con sus acciones. Esta asociación negativa puede llevar al desarrollo de una "mirada de culpabilidad" en situaciones similares, incluso si en realidad no son culpables de nada.
Comportamiento aprendido: Los perros pueden aprender que mostrar ciertos comportamientos, como la "mirada de culpa", puede apaciguar a sus dueños y evitar el castigo. Este refuerzo hace que sea más probable que el perro continúe exhibiendo el comportamiento en situaciones similares.
Variación individual: La tendencia a mostrar una "mirada de culpabilidad" puede variar entre perros individuales. Algunos perros pueden ser más propensos a mostrarlo, mientras que otros pueden no mostrarlo en absoluto. Es importante recordar que la presencia o ausencia de esta mirada no necesariamente indica culpabilidad o inocencia.