No se sabe que la monogamia, la práctica de tener una sola pareja sexual a la vez, tenga ningún impacto negativo en la inteligencia. No hay evidencia científica que sugiera que la monogamia conduzca a una disminución de la inteligencia. Más bien, la inteligencia está influenciada por una variedad de factores genéticos y ambientales, y no hay indicios de que la monogamia desempeñe algún papel en la determinación de la inteligencia de un individuo.