Algunos sostienen que el movimiento #MeToo está empoderando a las mujeres para que se pronuncien contra el acoso y la agresión sexual, y está provocando un cambio en el equilibrio de poder entre hombres y mujeres. Otros argumentan que el movimiento no ha ido lo suficientemente lejos y que las mujeres aún enfrentan barreras importantes para denunciar conductas sexuales inapropiadas.
En última instancia, el impacto del movimiento #MeToo dependerá de una serie de factores, incluida la voluntad continua de las mujeres de contar sus historias, la respuesta de las instituciones a estas acusaciones y el cambio cultural más amplio que se produce como resultado de este movimiento.
Según una encuesta de 2018 del Pew Research Center, el 63% de los estadounidenses cree que el movimiento #MeToo ha tenido un impacto positivo en la sociedad, mientras que el 18% cree que ha tenido un impacto negativo. La encuesta también encontró que el 72% de los estadounidenses cree que es menos probable que los hombres hagan comentarios o insinuaciones sexuales inapropiados debido al movimiento.
Estos hallazgos sugieren que el movimiento #MeToo ha tenido un impacto significativo en la opinión pública y las normas sociales, pero es demasiado pronto para decir cuál será el impacto a largo plazo del movimiento.