Socialización y estereotipos de género: La sociedad a menudo perpetúa los estereotipos de género que moldean las aspiraciones y elecciones profesionales de las mujeres. Desde una edad temprana, se puede alentar a las niñas a dedicarse a campos tradicionalmente femeninos, como la educación, la atención médica y las artes, que tienden a tener un menor potencial de ingresos en comparación con campos dominados por hombres como la ingeniería, la tecnología y las finanzas.
Falta de modelos a seguir: La exposición limitada a modelos femeninos en campos bien remunerados puede disuadir a las mujeres de seguir estas carreras. Ver mujeres exitosas en campos dominados por hombres puede inspirar y alentar a las mujeres jóvenes a romper con los roles de género tradicionales y considerar carreras profesionales no tradicionales.
Confianza y autopercepción: Las mujeres pueden tener niveles más bajos de confianza en sus habilidades matemáticas y científicas, lo que puede influir en su elección de carrera. Los estereotipos acerca de que las mujeres son menos capaces en estas áreas pueden generar dudas y llevarlas a evitar carreras que requieren sólidas habilidades en matemáticas y ciencias.
Preocupaciones por el equilibrio entre vida personal y laboral: Algunas mujeres priorizan el equilibrio entre la vida personal y laboral y la flexibilidad en sus carreras. Las especialidades que conducen a trabajos con horarios más predecibles, como enseñanza o trabajo social, pueden resultar más atractivas para las mujeres que desean equilibrar su vida profesional y personal.
Discriminación de género: Las mujeres siguen enfrentando discriminación de género en el lugar de trabajo, incluidas brechas salariales y oportunidades limitadas de avance en ciertos campos dominados por los hombres. Esto puede disuadir a las mujeres de seguir carreras tradicionalmente dominadas por los hombres, ya que pueden temer un menor potencial de ingresos y menos oportunidades de crecimiento profesional.
Expectativas culturales y familiares: Las expectativas culturales y familiares pueden influir en las elecciones profesionales de las mujeres. En algunas culturas, se puede esperar que las mujeres elijan carreras que se alineen con los roles de género tradicionales y las expectativas sociales, en lugar de seguir carreras basadas en sus intereses y posibles ingresos.
Falta de información y orientación: Es posible que las mujeres carezcan de información sobre el potencial de ingresos de las diferentes especialidades y que no reciban la orientación adecuada de educadores, consejeros o mentores para explorar una amplia gama de opciones profesionales. Esta falta de conocimiento puede limitar su comprensión de las implicaciones financieras de su selección principal.
Abordar estos factores y promover la igualdad de género en la educación y el lugar de trabajo puede alentar a las mujeres a seguir carreras universitarias que ofrezcan un mayor potencial de ingresos y se liberen de los estereotipos de género tradicionales.