Hay evidencia que sugiere que las leyes de alerta pueden ser efectivas para reducir la violencia armada. Un estudio realizado por RAND Corporation encontró que los estados con leyes de bandera roja tenían una tasa de homicidios con armas de fuego un 14% menor que los estados sin tales leyes. Otro estudio realizado por el Center for American Progress encontró que las leyes de alerta se asociaron con una reducción del 10% en los suicidios con armas de fuego.
Las leyes de bandera roja también cuentan con el apoyo de la mayoría de los estadounidenses. Una encuesta realizada por el Pew Research Center encontró que el 81% de los estadounidenses apoyan leyes que permiten a las fuerzas del orden retirar temporalmente las armas a personas consideradas un peligro para ellos mismos o para los demás.
Sin embargo, se han planteado algunas preocupaciones sobre las leyes de alerta. Algunos argumentan que estas leyes podrían utilizarse para atacar injustamente a personas o que podrían dar lugar a la confiscación de armas de fuego sin el debido proceso. Además, algunos funcionarios encargados de hacer cumplir la ley han expresado su preocupación de que las leyes de alerta podrían ser difíciles de hacer cumplir.
A pesar de estas preocupaciones, las leyes de alerta roja generalmente se consideran una herramienta eficaz para reducir el riesgo de violencia armada. Cuentan con el apoyo de la mayoría de los estadounidenses y han demostrado ser eficaces para reducir los homicidios y suicidios con armas de fuego.