El vocabulario temprano de los niños se limita a un pequeño conjunto de palabras que en su mayoría son etiquetas para objetos y acciones familiares. Esto se debe a que estas palabras son las más relevantes y útiles para los niños en su vida cotidiana. A medida que se desarrollan las habilidades cognitivas de los niños y se amplía su vocabulario, comienzan a aprender palabras más abstractas, como cielo.
El orden en que los niños aprenden palabras no es aleatorio. Sigue un patrón general que es consistente en todos los idiomas y culturas. Este patrón se basa en varios factores, incluida la frecuencia de uso de la palabra, su complejidad semántica y su complejidad fonológica.
* Frecuencia de uso: Las palabras más utilizadas son las primeras que se aprenden. Esto se debe a que es más probable que los niños escuchen y utilicen estas palabras en su vida cotidiana. Por ejemplo, la palabra cuchara probablemente se aprenderá antes que cielo simplemente porque se usa con más frecuencia.
* Complejidad semántica: Las palabras semánticamente complejas se aprenden más tarde que las semánticamente simples. Esto se debe a que las palabras semánticamente complejas requieren un mayor procesamiento cognitivo para comprenderlas. Por ejemplo, la palabra cielo es semánticamente compleja porque se refiere a un concepto muy amplio y abstracto.
* Complejidad fonológica: Las palabras fonológicamente complejas se aprenden más tarde que las palabras fonológicamente simples. Esto se debe a que las palabras fonológicamente complejas son más difíciles de pronunciar y recordar. Por ejemplo, la palabra cielo es fonológicamente compleja porque contiene una combinación de consonantes.
Conclusión
El orden en que los niños aprenden las palabras está influenciado por varios factores, incluida la frecuencia de uso de la palabra, su complejidad semántica y su complejidad fonológica. Esta es la razón por la que los niños suelen aprender a decir cuchara antes que cielo.