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    Debemos ir más allá de las respuestas singulares en la lucha contra la pobreza infantil

    Uno de cada cinco niños del África subsahariana vive en la pobreza. Crédito:Shutterstock

    Dos tercios de los niños del África subsahariana enfrentan todo tipo de dificultades. Estos incluyen malas condiciones de vida, bajos resultados educativos, altos niveles de desnutrición y, a menudo, altos riesgos de exposición a diferentes formas de violencia. Se estima que uno de cada cinco niños del África subsahariana crece en una pobreza "monetaria" extrema, lo que significa que viven en familias sin ingresos adecuados para llegar a fin de mes.

    Crecer en la pobreza tiene consecuencias adversas duraderas para los niños y las sociedades en las que viven. La pobreza socava el bienestar inmediato de los niños y su desarrollo biológico y cognitivo. A largo plazo, este potencial desaprovechado obstaculiza el progreso económico y social.

    Ahora que el mundo marca el día internacional para la erradicación de la pobreza, vale la pena intentar identificar respuestas y pruebas en la lucha contra la pobreza infantil.

    Un libro publicado recientemente, "Poner a los niños en primer lugar:nuevas fronteras en la lucha contra la pobreza infantil en África, "ofrece información basada en la evidencia en apoyo de iniciativas políticas más efectivas que pueden abordar la pobreza infantil en África en todas sus diferentes dimensiones.

    El libro sigue a una conferencia internacional en Addis Abeba en octubre de 2017 que reunió a investigadores, los responsables de la formulación de políticas y la sociedad civil para compartir las lecciones aprendidas e identificar nuevos esfuerzos para abordar la pobreza infantil en la región. Los temas principales incluyeron la medición y el análisis de la pobreza infantil, el uso de la protección social para abordar la pobreza infantil, y oportunidades y obstáculos para los niños en su transición a la edad adulta. El libro incluye contribuciones sobre estos temas basadas en investigaciones de todo el África subsahariana.

    A través de la gama de investigaciones diversas y ricas, podemos resumir dos mensajes clave para seguir adelante.

    La primera es que la pobreza infantil tiene fuertes dimensiones psicosociales y relacionales que con frecuencia se pasan por alto. Merecen más atención. Esto se aplica tanto a la medición de la pobreza infantil como a los esfuerzos para reducirla.

    La segunda es que las políticas deben abordar la naturaleza compleja de la pobreza infantil, no simplemente una o dos dimensiones.

    Los efectos psicológicos y sociales

    El Objetivo de Desarrollo Sostenible 1 (ODS 1) estipula que se debe poner fin a la pobreza en todas sus formas. También pide la reducción de la pobreza en todas sus dimensiones para todos los niños. Contra la cortina, Actualmente se acepta ampliamente que diferentes medidas conducen a estimaciones diferenciales de la pobreza. Cada uno identifica a diferentes grupos de niños como pobres.

    Sin embargo, Los conocimientos cuantitativos actuales sobre la pobreza pasan por alto importantes cuestiones psicosociales y relacionales que son componentes centrales de las experiencias de los niños al vivir en la pobreza.

    La importancia del lado psicosocial de la pobreza, también para los niños, está ganando reconocimiento. Se refleja cada vez más en los esfuerzos por medir y comprender la pobreza infantil. Por ejemplo, esto incluye un mayor enfoque en la experiencia de la vergüenza y el estigma en relación con la pobreza.

    Por ejemplo, los niños de Uganda experimentan la vergüenza de la pobreza en sus hogares, en la escuela y dentro de la comunidad. Estas experiencias pueden, a su vez, frenar el desarrollo de los niños. La incorporación de estos temas en el estudio de la pobreza infantil es fundamental para comprender las complejas realidades de la vida de los niños.

    El reconocimiento del lado psicosocial de la pobreza también es importante para formular políticas que respondan de manera más adecuada a las múltiples necesidades y vulnerabilidades de los niños. Esto se muestra en una investigación que destaca la importancia para las relaciones y la conexión social.

    En Sudáfrica, La investigación encontró que los jóvenes que participaron en un programa que tenía como objetivo reducir el aislamiento social y mejorar las relaciones sociales les dio una sensación de energía, disciplina y una actitud más positiva. Sucesivamente, esto aumentó sus posibilidades de conseguir un trabajo.

    Sin arreglos rápidos

    Las políticas deben abordar todas las complejidades de la pobreza infantil.

    Un ejemplo de ello es la política de protección social. El ODS1 se refiere específicamente a la protección social como la medida de política para abordar la pobreza. En la ultima década, La protección social se ha convertido en una parte central de las agendas de desarrollo nacionales y mundiales. Ahora es ampliamente reconocido como una de las intervenciones políticas más importantes para combatir la pobreza infantil.

    Una amplia base de pruebas da testimonio de que la protección social, y las transferencias de efectivo en particular, pueden aumentar la matrícula escolar, reducir el trabajo infantil y mejorar el acceso a los servicios de salud.

    A pesar de estos efectos positivos, La investigación también apunta cada vez más a las limitaciones de un enfoque de solo efectivo. La desnutrición es un ejemplo conmovedor. Transferencias de efectivo, que han llevado a una mayor seguridad alimentaria y diversidad dietética entre familias y niños, han hecho poco para reducir la desnutrición.

    Esta falta de impacto ha dado lugar a la convocatoria de intervenciones que combinen dinero en efectivo con apoyo y servicios complementarios. Estos enfoques de "efectivo más" combinan transferencias de efectivo regulares con beneficios como los complementos alimenticios; suministro de información y asesoramiento; o remisión a otros servicios. Las nuevas iniciativas también integran conocimientos de la ciencia del comportamiento, que buscan facilitar a las personas la realización de cambios positivos.

    En Madagascar, por ejemplo, las mujeres participan en actividades de establecimiento de metas que permiten una planificación más cuidadosa sobre cómo gastan sus transferencias de efectivo. Los primeros comentarios sugieren que las mujeres se sintieron mejor al poder priorizar sus gastos, particularmente en relación con los niños.

    Viendo hacia adelante

    La realidad es que muchos niños y sus familias continúan luchando para llegar a fin de mes. Por lo tanto, es imperativo que encontremos nuevas formas de abordar la pobreza infantil que aprovechen y amplíen los éxitos del pasado.

    Las lecciones aprendidas y una gran cantidad de investigaciones nos permiten abrir un camino a seguir. Las nuevas fronteras en la lucha contra la pobreza infantil deben ir más allá de las respuestas singulares. Deben considerar las múltiples necesidades y vulnerabilidades de los niños, incluidos los relacionales y psicosociales.

    Este artículo se ha vuelto a publicar de The Conversation con una licencia de Creative Commons. Lea el artículo original.




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