1. Sesgos y discriminación de género :Los prejuicios y la discriminación de género son omnipresentes en muchas sociedades y afectan las oportunidades de las mujeres en diversos campos, incluido el desarrollo internacional. Las mujeres enfrentan ideas preconcebidas, estereotipos y desafíos al navegar en entornos dominados por hombres, lo que dificulta su progreso hacia puestos de liderazgo.
2. Falta de modelos a seguir :Las mujeres a menudo carecen de modelos a seguir con los que puedan identificarse en puestos de liderazgo dentro de las organizaciones internacionales de desarrollo, lo que refuerza la percepción de que estos puestos están ocupados predominantemente por hombres. Esto puede disuadir a las aspirantes a mujeres de desempeñar estos roles.
3. Sesgo inconsciente :Los prejuicios inconscientes, también conocidos como prejuicios implícitos, son estereotipos o creencias profundamente arraigados que pueden afectar las percepciones y la toma de decisiones. Estos sesgos pueden influir, sin saberlo, en la selección de candidatos para altos puestos de desarrollo internacional, perjudicando a las mujeres calificadas.
4. Barreras estructurales :Las barreras estructurales obstaculizan la progresión profesional de las mujeres en el desarrollo internacional. Estas barreras pueden incluir acceso limitado a la educación, culturas organizacionales restrictivas, acuerdos laborales inflexibles que no se adaptan a las responsabilidades familiares y falta de oportunidades de tutoría y establecimiento de contactos.
5. División del trabajo por género :Los roles de género tradicionales a menudo asignan a las mujeres más responsabilidades en el cuidado de los niños y el trabajo doméstico. Esta distribución desequilibrada del trabajo puede limitar la capacidad de las mujeres para participar plenamente en sus carreras y competir por puestos de liderazgo que pueden requerir grandes viajes y compromisos de tiempo.
6. Falta de apoyo :La falta de apoyo de organizaciones e instituciones también puede contribuir a la subrepresentación de las mujeres en altos cargos de desarrollo. Esto puede manifestarse en políticas inadecuadas en materia de licencia parental, asistencia para el cuidado de los niños y acuerdos laborales flexibles, que son esenciales para que las mujeres puedan gestionar sus responsabilidades profesionales y personales.
7. Patrocinio y tutoría insuficientes :El patrocinio y la tutoría desempeñan un papel vital en el avance profesional, pero las mujeres pueden tener un acceso limitado a estas redes debido a las disparidades de género en las estructuras de poder. Tener mentores y patrocinadores puede tener un impacto significativo en la trayectoria profesional de una persona, desde el asesoramiento y la orientación hasta la promoción de oportunidades.
8. Síndrome del impostor :El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico en el que los individuos dudan de sus logros, se sienten indignos de ellos y temen ser expuestos como un "fraude". Esto puede afectar la confianza en sí mismas de las mujeres y limitar su disposición a postularse para puestos de liderazgo.
Abordar estos desafíos requiere esfuerzos concertados para desmantelar las barreras sistémicas, alentar y empoderar a las mujeres para que desempeñen roles de liderazgo, mitigar los prejuicios, brindar igualdad de acceso a las oportunidades y crear entornos laborales inclusivos y de apoyo. También implica desafiar los estereotipos de género, fomentar la tutoría y reconocer y valorar las diversas contribuciones que las mujeres aportan al desarrollo internacional.