La autora, Jessica Valenti, sostiene que cuando la ley prioriza la protección de los fetos sobre los derechos y la salud de las personas embarazadas, crea un entorno en el que el acceso a los servicios de aborto se vuelve innecesariamente difícil y la autonomía de las mujeres y el control sobre sus propios cuerpos se ven socavados.
A continuación se muestra un desglose de los puntos principales presentados en el artículo:
1. Enfoque legal sobre los fetos: Valenti destaca que leyes como la que estamos discutiendo, que definen el aborto como "la interrupción ilegal del embarazo", refuerzan la noción de que los fetos poseen plena personalidad jurídica. Al hacerlo, la ley posiciona al Estado como protector de la vida fetal, sin considerar adecuadamente los derechos, necesidades y bienestar de la persona gestante.
2. Criminalización de la mujer: Enmarcar el aborto como un acto criminal tiene efectos perjudiciales para las mujeres, lo que podría llevar a la criminalización y el procesamiento por sus decisiones reproductivas. Valenti sostiene que esto perpetúa la percepción de las mujeres como meros recipientes o incubadoras de fetos, negando su autonomía y derechos reproductivos.
3. Barreras para acceder a la atención del aborto: Al enfatizar la vida fetal a expensas de la salud de la mujer, leyes como estas crean barreras para acceder a la atención del aborto. Las mujeres pueden enfrentar obstáculos importantes para obtener servicios médicos seguros y oportunos debido a restricciones legales, estigma y miedo a la persecución. Esto puede tener graves consecuencias para su salud, bienestar y capacidad para tomar decisiones sobre su propio cuerpo.
4. Falta de autonomía: La obsesión por la vida fetal puede llevar a un desprecio por la capacidad de acción y la capacidad de las mujeres para tomar decisiones informadas sobre sus propias vidas reproductivas. Valenti sostiene que anteponer los intereses de los fetos al bienestar de las mujeres perpetúa el control patriarcal sobre los cuerpos femeninos, niega la autonomía corporal y socava la capacidad de las mujeres para controlar sus elecciones reproductivas.
5. Impacto en la salud y los derechos de las mujeres: La autora enfatiza las implicaciones más amplias de priorizar los fetos sobre los derechos y la salud de las mujeres. Sostiene que este enfoque no sólo afecta el acceso a la atención del aborto, sino que también obstaculiza el progreso en el tratamiento de otras cuestiones críticas relacionadas con la salud reproductiva de las mujeres, incluido el acceso a la anticoncepción, la educación sexual integral y la atención prenatal asequible.
Para concluir, el artículo de opinión afirma que el actual enfoque legal y cultural sobre la vida fetal a expensas de los derechos de las mujeres es perjudicial para el bienestar y la autonomía de las mujeres. Exige un cambio en la narrativa que reconoce la importancia de la autonomía corporal, la libertad reproductiva y el derecho de las mujeres a tomar decisiones sobre su propio cuerpo, incluida la decisión de interrumpir un embarazo.