Los investigadores creen que esta diferencia se debe al hecho de que es más probable que las personas den respuestas socialmente deseables cuando no están cara a cara con la persona que hace la pregunta. En otras palabras, es más probable que las personas digan lo que creen que el entrevistador quiere escuchar cuando no se encuentran en una situación en la que sienten que pueden ser juzgadas por sus respuestas.
Los investigadores también encontraron que la diferencia en el apoyo declarado a la democracia entre las encuestas en línea y cara a cara era más pronunciada para las personas con menos educación y menos conocimientos políticos. Esto sugiere que las personas que están menos informadas sobre política tienen más probabilidades de verse influenciadas por el sesgo de deseabilidad social.
Los hallazgos de este estudio tienen implicaciones para comprender la opinión pública y el apoyo a la democracia. Es importante ser consciente de que el apoyo declarado de la gente a la democracia puede no ser un reflejo exacto de sus verdaderas creencias. Esto es especialmente cierto para las personas con menos educación y menos conocimientos políticos.
Los investigadores recomiendan que los estudios futuros sobre la opinión pública utilicen una variedad de métodos para recopilar datos, incluidas encuestas tanto en línea como cara a cara. Esto ayudará a garantizar que los resultados de estos estudios sean precisos y representativos de la población.