La sátira política siguió prosperando a lo largo de la historia, con ejemplos notables de la Edad Media, el Renacimiento y la Ilustración. En el siglo XVIII, los escritos de Jonathan Swift, Voltaire y William Hogarth a menudo contenían sátira política. En Estados Unidos, la tradición de la sátira política se remonta al período colonial, cuando Benjamín Franklin utilizó el humor y la ironía para criticar al gobierno británico.
En los tiempos modernos, la sátira política se ha convertido en un elemento básico del periodismo, la comedia y la cultura popular. Los periódicos y revistas suelen publicar caricaturas políticas y artículos humorísticos, mientras que los comediantes utilizan la sátira para criticar a los políticos y los acontecimientos actuales. La sátira política también se ha utilizado como forma de protesta, y artistas y activistas utilizan el humor como forma de expresar desacuerdo.
Hoy en día, la sátira política es una forma de arte vibrante y diversa que está en constante evolución. Sigue siendo una herramienta poderosa para criticar a quienes están en el poder, desafiar la sabiduría convencional y promover el cambio en la sociedad.