1. Perfiles raciales :Los jóvenes negros tienen más probabilidades de ser detenidos, interrogados y registrados por la policía, incluso cuando no estén involucrados en ninguna actividad ilegal. Este escrutinio desproporcionado puede generar interacciones negativas con las autoridades y crear una sensación de desconfianza.
2. Sesgo implícito :Los prejuicios inconscientes de los agentes de policía pueden influir en sus percepciones y acciones durante las interacciones con personas de diferentes razas. Estos prejuicios pueden hacer que los jóvenes negros sean percibidos como más amenazantes o sospechosos, lo que resulta en un trato más severo.
3. Oficiales de recursos escolares (SRO) :La presencia de SRO en las escuelas puede aumentar la probabilidad de contacto con la policía por delitos menores que de otro modo serían manejados por los administradores escolares. Es más probable que los estudiantes negros asistan a escuelas con SRO, y las interacciones con estos oficiales pueden derivar en arrestos o remisiones al sistema de justicia juvenil.
4. Políticas de tolerancia cero :Las políticas disciplinarias estrictas en las escuelas pueden dar lugar a que infracciones menores sean tratadas como delitos penales. Los estudiantes negros son suspendidos y expulsados de las escuelas de manera desproporcionada, lo que puede interrumpir su educación y aumentar la probabilidad de futuros encuentros con las autoridades.
5. Conducto de la escuela a la prisión :La combinación de discriminación racial, prejuicios implícitos y políticas de tolerancia cero crea un conducto de la escuela a la prisión, donde es más probable que los jóvenes negros sean canalizados al sistema de justicia juvenil en lugar de recibir el apoyo y la orientación adecuados.
6. Consecuencias a largo plazo :Las experiencias negativas con las fuerzas del orden durante la escuela secundaria pueden tener impactos a largo plazo en los jóvenes negros. Estos encuentros pueden contribuir a sentimientos de alienación, desconfianza y desvinculación de la sociedad. También pueden dificultar que las personas negras encuentren empleo, vivienda y oportunidades educativas, perpetuando ciclos de desigualdad.
Por el contrario, los jóvenes blancos tienen menos probabilidades de experimentar contacto con la policía en la escuela secundaria y es más probable que reciban advertencias o resoluciones informales por delitos menores. Las disparidades en el trato pueden tener efectos profundos en las vidas de los jóvenes blancos y negros, moldeando sus relaciones con las fuerzas del orden y sus trayectorias de vida en general.
Abordar estas disparidades raciales requiere reformas integrales en la policía, la educación y el sistema de justicia juvenil. Es fundamental desafiar los prejuicios, implementar políticas justas y equitativas y brindar apoyo y oportunidades a todos los jóvenes, independientemente de su raza u origen.