El nácar iridiscente dentro de una concha de Nautilus. Imagen:Wikipedia.
En el verano, muchas personas disfrutan de paseos por la playa en busca de conchas marinas. Entre los más preciados se encuentran los que contienen nácar iridiscente (también conocido como nácar) en su interior. Pero muchos amantes de la playa se sorprenderían al saber que el nácar reluciente es uno de los más fuertes de la naturaleza, materiales más resistentes. Ahora, investigadores que informan en ACS Nano han hecho un material con capas minerales entrelazadas que se asemeja al nácar y es más fuerte y resistente que los imitadores anteriores.
Algunos moluscos, como las ostras de abulón y perla, tienen conchas forradas de nácar. Este material consta de capas de "ladrillos" minerales microscópicos llamados aragonito apilados sobre capas alternas de compuestos orgánicos blandos. Los científicos han intentado replicar esta estructura para fabricar materiales para aplicaciones médicas o de ingeniería. pero hasta ahora el nácar artificial no ha sido tan fuerte como su contraparte natural. Hemant Raut, Caroline Ross, Javier Fernández y sus colegas notaron que los imitadores de nácar anteriores usaban ladrillos minerales planos, mientras que el material natural tiene ladrillos ondulados que se entrelazan en intrincados patrones de espina de pescado. Querían ver si reproducir esta estructura crearía una estructura más fuerte imitación de nácar más resistente para materiales médicos sostenibles.
Utilizando los componentes del nácar natural, El equipo hizo su material compuesto formando láminas onduladas del mineral aragonito en una película de quitosano con patrón. Luego, entrelazaron dos de las hojas juntas, llenando el espacio entre las superficies onduladas con fibroína de seda. Apilaron 150 capas entrelazadas para formar un compuesto que tenía aproximadamente el grosor de un centavo. El material era casi dos veces más fuerte y cuatro veces más resistente que los imitadores de nácar anteriores, cerca de la resistencia y dureza reportadas para el nácar natural. El nácar artificial también era biocompatible, que los investigadores demostraron cultivando células madre embrionarias humanas en su superficie durante una semana. Estas características sugieren que el material podría ser adecuado para aplicaciones sostenibles, usos médicos de bajo costo, dicen los investigadores.