El 16 de mayo el mundo conmemorará el Día Internacional de la ONU para vivir juntos en paz. Es un llamado a la gente a escuchar respetuosamente a los demás y promover la tolerancia y la comprensión.
Quizás alguien debería decírselo a los empresarios tecnológicos Mark Zuckerberg y Elon Musk. Las plataformas en línea que dirigen (Facebook, Instagram, Twitter/X) se han convertido en sinónimo de noticias falsas, discursos de odio, desinformación y otros daños en línea.
Se ha culpado ampliamente a las redes sociales de desestabilizar las democracias y fomentar el malestar civil en Europa y América del Norte. En julio de 2023, el presidente francés, Emmanuel Macron, propuso restringir el acceso a las plataformas en línea para sofocar los disturbios.
Esto está muy lejos de 2009, cuando Facebook afirmó con orgullo que había creado "amistad" entre grupos aparentemente irremediablemente rivales:musulmanes suníes y chiítas, musulmanes y judíos, paquistaníes e indios, griegos y turcos, conservadores y liberales.
"Paz en Facebook" fue un ejemplo clásico de lo que el científico social Nicholas John llama "tonterías de las redes sociales". Esta propaganda de relaciones públicas está diseñada para convencer al público de que estas empresas tecnológicas son una fuerza para el bien. Se describen a sí mismos deliberadamente como "plataformas", en lugar de entidades comerciales, para enfatizar lo benignos que son.
En realidad, estas empresas se benefician financieramente de cada clic, me gusta, compartir y comentar que hacen los usuarios en sus plataformas. Cuanto más incendiario sea el contenido, más rentable será. Mi investigación muestra que tal descortesía en línea sólo hace que sea más difícil promover la coexistencia pacífica
Parecen pocas posibilidades de que las plataformas de redes sociales tomen medidas más contundentes para eliminar el contenido divisivo. Desde que el empresario tecnológico Elon Musk adquirió la plataforma de microblogging X (anteriormente Twitter) en octubre de 2022, las barreras diseñadas para proteger a las minorías, de hecho, han sido desmanteladas.
El Consejo de Confianza y Seguridad de Twitter se disolvió en diciembre de 2022. Esta medida, entre muchos otros cambios de política, llevó a una fuente a hacer públicos sus temores de que el sitio ya no pudiera proteger a los usuarios del trolling, la desinformación y la explotación sexual.
Según los informes, Musk se ha descrito a sí mismo como un "absolutista de la libertad de expresión". Esto es particularmente problemático para aquellos cuyo verdadero trabajo es promover la paz en sociedades profundamente divididas.
Ya existe amplia evidencia de que plataformas en línea como Facebook y X (anteriormente Twitter) se han utilizado para difundir discursos de odio. También se han utilizado para incitar a la violencia sectaria en países como India y Myanmar.
En Sri Lanka, tras los disturbios antimusulmanes de 2018, Facebook se disculpó por su papel en los disturbios. La empresa contrató a Article One, la consultora de derechos humanos, para investigar lo sucedido. Concluyó que el discurso de odio y la desinformación amplificados por los usuarios de Facebook en línea "pueden haber conducido" a la violencia fuera de línea.
Mi investigación muestra que los rumores y la desinformación frecuentemente han sido amplificados por las redes sociales durante los polémicos desfiles y protestas en Irlanda del Norte. Hay poca evidencia de que esa actividad en línea conduzca inevitablemente a disturbios sectarios. Sin embargo, los efectos indirectos de la descortesía en línea son que dificulta la promoción de la reconciliación entre antiguos antagonistas.
De hecho, las plataformas en línea actualmente centran más atención en lo que divide en lugar de lo que une a diferentes comunidades.
Las investigaciones muestran que es poco probable que el contacto intergrupal no supervisado, tanto dentro como fuera de línea, fomente una paz positiva en sociedades que están saliendo de un conflicto. Reducir los prejuicios contra los grupos externos es mucho más fácil cuando existen reglas para responder al contenido que aviva las tensiones entre diferentes comunidades. En otras palabras, es poco probable que los grupos rivales encuentren puntos en común en espacios en línea no regulados donde florece el discurso de odio.
Claramente, es poco probable que la exposición frecuente al discurso de odio en línea amplificado por las plataformas de redes sociales ayude a la consolidación de la paz. Es poco probable que las comunidades que normalmente no comparten el mismo espacio físico piensen diferente unas de otras cuando ven que este tipo de estereotipos negativos se perpetúan en línea.
Es posible que las redes sociales como Facebook y X (anteriormente Twitter) no sean el mejor lugar para promover la paz. Estas plataformas están diseñadas para generar ganancias, no para mejorar las relaciones comunitarias.
Para que el diálogo intergrupal en las sociedades contemporáneas sea eficaz, las minorías y las comunidades vulnerables necesitan protecciones más fuertes, no menos. Un servicio público de Internet, incluidas las barreras de seguridad, podría ser una mejor manera de promover la reconciliación en sociedades divididas.
Proporcionado por The Conversation
Este artículo se vuelve a publicar desde The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.