El sector financiero se encuentra entre las industrias más reguladas del mundo, y con razón. Las normas financieras, que obligan a los bancos a mantener capital en reserva cuando realizan inversiones más riesgosas, están diseñadas para prevenir crisis financieras. Otras regulaciones financieras, como las normas contables, tienen como objetivo proporcionar a los inversores una valoración creíble de sus activos financieros.
Sin embargo, una nueva investigación que realicé con mis colegas muestra que algunas de estas reglas pueden tener consecuencias no deseadas para la transición hacia una economía baja en carbono.
Construir fuentes de energía renovables que reemplacen a los combustibles fósiles requerirá mucho dinero. Gran parte de esto provendrá de los bancos, entre otros inversores. Pero algunas regulaciones financieras afectan el comportamiento y las opciones de préstamo de un banco.
Al analizar las regulaciones contables globales utilizando datos de los bancos europeos, nuestro equipo de investigadores identificó un sesgo estructural en los modelos financieros necesarios para evaluar e informar el riesgo.
Descubrimos que estos modelos se basan en información histórica sobre la solvencia de las empresas para evaluar el riesgo de diversas inversiones. Es alarmante que tiendan a juzgar los activos intensivos en carbono como menos riesgosos que los que tienen bajas emisiones de carbono.
Descarbonizar el mundo para 2050 podría ahorrar £12 billones (USD 15 billones) y prevenir los peores efectos del calentamiento global. Se deben eliminar todas las barreras a esta transición, incluidas las ventajas no deseadas que las regulaciones financieras otorgan a los combustibles fósiles y otros proyectos con alto contenido de carbono.
Investigamos si los modelos para evaluar el riesgo financiero están inhibiendo la transición desde actividades económicas con altas emisiones de carbono, utilizando datos de la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Nos centramos en las normas contables de la Norma Internacional de Información Financiera y su influencia en las empresas y sectores a los que los bancos deciden prestar.
Las evaluaciones de riesgo que realizan los bancos sobre sus inversiones afectan directamente su rentabilidad. Esto, a su vez, crea incentivos para que los bancos presten a algunas actividades en lugar de a otras. Nuestro análisis mostró que la estimación promedio de riesgo entre los bancos de la UE para los sectores de la economía con altas emisiones de carbono era del 1,8%, en comparación con el 3,4% para los sectores con bajas emisiones de carbono (calculado en euros que un banco espera perder con cada unidad de préstamo).
Uno de los mayores contribuyentes al costo de generar energía renovable es el costo inicial de aumentar la inversión. Los bancos tienden a cargar inversiones más riesgosas con tasas de interés más altas, por lo que estas reglas podrían encarecer la financiación de la construcción de parques eólicos y solares.
Por el contrario, al estimar las actividades con alto contenido de carbono como de bajo riesgo, estos modelos pueden disuadir a los bancos y otras instituciones financieras de deshacerse de sus activos con alto contenido de carbono y financiar la transición verde.
Los modelos financieros pueden sobrestimar el riesgo de las inversiones bajas en carbono al basarse en tendencias históricas que tal vez ya no se mantengan en el futuro, especialmente a medida que la generación de energía renovable se vuelve más barata. Esta cuestión probablemente se extiende más allá de las normas contables. Por ejemplo, las regulaciones sobre requisitos de capital utilizan modelos similares y dan forma a los incentivos económicos y el comportamiento de las instituciones financieras.
Sin medidas objetivas del riesgo financiero, es difícil reemplazar aquellas estimaciones que se basan en observaciones históricas. Una solución puede ser garantizar que las evaluaciones de riesgos utilicen escenarios de modelos climáticos para proyectar el riesgo de inversiones con alto contenido de carbono.
Los formuladores de políticas globales ahora tienen que enfrentar el desafío de cumplir sus promesas de neutralidad de carbono, pero nuestra investigación sugiere que las herramientas, modelos y regulaciones que utilizan no están a la altura de la tarea.
Proporcionado por The Conversation
Este artículo se vuelve a publicar desde The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.