¿Es la inteligencia artificial una oportunidad sin precedentes o privará a todos de empleos y creatividad? Mientras debatimos en las redes sociales (y quizás usamos ChatGPT casi a diario), las IA generativas también han entrado en el ámbito de la comunicación universitaria. Estas herramientas, basadas en grandes modelos de lenguaje que fueron optimizados para la comunicación interactiva, pueden efectivamente respaldar, ampliar e innovar las ofertas de comunicación universitaria.
Justus Henke analizó la situación de la realidad alemana unos seis meses después del lanzamiento de ChatGPT 3. "La investigación se realizó hace aproximadamente un año cuando el entusiasmo era alto, pero aún era pronto para que la gente entendiera el potencial del medio", dijo. explica.
Este seguimiento inicial mostró que el uso ya estaba generalizado en ese momento. Henke distribuyó un cuestionario a todas las oficinas de prensa y comunicación de las universidades del país, recibiendo 101 respuestas, aproximadamente un tercio del total. Prácticamente todos los que respondieron declararon que hacen algún uso de IA generativas.
Traducciones, correcciones de texto y generación de textos son los principales usos registrados por Henke. Las otras funciones sugeridas en el cuestionario (creación de imágenes, producción de diapositivas o análisis de documentos) son, en cambio, marginales.
"Lo que observamos en este trabajo inicial es que, en lo que respecta a la comunicación, las universidades adoptan la inteligencia artificial principalmente para aumentar la eficiencia de los procesos, por ejemplo, acelerarlos y hacer más cosas en menos tiempo", explica Henke. P>
Lo que también emerge, especialmente en algunas respuestas abiertas, es una cierta cautela y una conciencia creciente hacia los aspectos éticos. Un ejemplo es la protección de datos. "Uno se pregunta, por ejemplo, si es prudente o correcto alimentar estas inteligencias, propiedad de empresas privadas, con datos universitarios. La cuestión de la privacidad también es importante", afirma el investigador.
En este sentido, "cada vez más universidades en Alemania están lanzando sus propias instancias de chatbots con IA generativa, en servidores dedicados", precisamente para intentar mantener el control sobre estos delicados aspectos.
"No sólo se está produciendo un cambio tecnológico sino también cultural", añade Henke. "Por lo general, los primeros usuarios tienden a ser más jóvenes y más frescos en la profesión, más abiertos al cambio".
El problema destacado, sin embargo, es que no existe una política que funcione para todos. A muchos también les preocupa la posibilidad de que estas tecnologías puedan sustituir puestos de trabajo. "Es necesario tomar en serio el aspecto social de la adopción de tecnología", afirma Henke.
Henke, que ahora está trabajando en una nueva encuesta para evaluar la situación un año después de la primera, cree que observará una mayor evolución de la situación:"Sé que el uso de herramientas de IA generativa seguramente aumentará", afirma. /P>
"El año pasado la gente estaba experimentando, pero en los comentarios también explicaron que a veces no estaban satisfechos con los resultados. Probablemente era una cuestión de competencia. No sabían, por ejemplo, cómo hacer una indicación eficaz para sus objetivos.
"Probablemente hoy este aspecto habrá mejorado. Ahora tenemos que girar la cabeza y centrarnos en un enfoque de IA más estratégico e integrado", especialmente a la luz de las continuas actualizaciones y avances de estas herramientas (ChatGPT-4o se lanzó recientemente, generando nuevas controversias en materia de seguridad, incluso entre el personal de Open AI, empresa propietaria de Chat GPT).
Henke cree que es importante que las universidades aprendan a utilizar estos nuevos instrumentos sin cuestionar el trabajo que han realizado hasta ahora y los objetivos futuros que ya han planificado.
"La comunicación consiste en construir relaciones y confianza. En particular, uno de los principales propósitos de la comunicación científica (de la cual la comunicación universitaria es un caso particular) sirve para construir confianza y relaciones entre el público y la investigación científica.
"Si se comprometen estas relaciones mediante comunicados de prensa 'automatizados' o se utilizan principalmente bots para hablar con el público, este último acabará perdiendo interés o, peor aún, empezará a tener dudas sobre la propia institución.
"Es importante que los humanos sigan siendo parte del proceso. La inteligencia artificial debería mejorar la comunicación, no reemplazarla", afirma Henke.
Los hallazgos se publican en el Journal of Science Communication. .
Más información: Justus Henke, Navegando por la era de la IA:estrategias de comunicación universitaria y perspectivas sobre herramientas de IA generativa, Journal of Science Communication (2024). DOI:10.22323/2.23030205
Proporcionado por la Escuela Internacional de Estudios Avanzados (SISSA)