Crédito:Pixabay/CC0 Dominio público
El comportamiento de las agencias administrativas depende en gran medida de la reputación burocrática que las unidades y departamentos disfrutan con diferentes audiencias. Sin embargo, la beca actual aún no ha producido una medida coherente de reputación burocrática que sea aplicable a múltiples agencias en diferentes países y a lo largo del tiempo. En su último artículo, publicado en el American Journal of Political Science , Bocconi Post-Doc y el investigador de DONDENA, Luca Bellodi, abordaron esta brecha al diseñar una nueva estrategia para calcular puntajes de credibilidad burocrática utilizando técnicas de vanguardia en el campo del procesamiento del lenguaje natural.
El documento emplea una técnica llamada incrustación de palabras, que calcula la probabilidad de que dos o más grupos de palabras aparezcan en el mismo contexto lingüístico. En este caso, los autores están interesados en calcular la probabilidad de que el nombre de cualquier agencia se acerque a palabras que simbolizan alta o baja reputación y eficiencia. Este ejercicio se llevó a cabo usando los nombres de 465 agencias burocráticas en los EE. UU. y en el Reino Unido mencionadas, durante 40 años, en los discursos parlamentarios de los miembros del Congreso y del Parlamento Británico.
Los resultados de esta estrategia luego pasaron pruebas de validación adicionales, demostrando ser robustos frente a otros corpus de texto y medidas alternativas. En particular, el autor pudo identificar los aumentos y las caídas en términos de credibilidad que ocurren en presencia de una crisis como la que le ocurrió al Ministerio del Interior británico a raíz del escándalo Windrush. El documento también encuentra que la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. ha sufrido un declive constante en los últimos 30 años, mientras que el Departamento de Salud británico mejoró su estatus en el mismo período.
Los hallazgos sugieren que los miembros del partido en el gobierno tienden a elogiar a las agencias burocráticas más que a la oposición. Al mismo tiempo, esta diferencia disminuye cuando las agencias mencionadas son más independientes.
De hecho, se puede observar que el índice de reputación varía según la afiliación política del hablante. La polarización se puede observar en términos de cómo un miembro del parlamento habla sobre una agencia determinada condicionalmente a su afiliación partidaria y parece ser consistentemente más alta en los EE. UU. que en el Reino Unido. Los partidos en el poder tienden a hablar mejor de las agencias gubernamentales en general, especialmente si la agencia está bajo un control gubernamental más estricto. Esto indica que la afiliación política es un componente importante en la formación de creencias sobre el trabajo de la burocracia. Una prueba de esto es que cuando las agencias son más independientes, se correlacionan con una polarización significativamente menor.
Diseñar una nueva medida de reputación aplicable a diferentes entornos políticos e institucionales puede ayudar a responder varias preguntas de investigación y fomentar nuestra comprensión de las burocracias en una perspectiva comparativa. Las agencias con diferentes grados de credibilidad pueden exhibir patrones divergentes de comunicación externa y alcance. Asimismo, una reputación positiva les puede permitir generar mayor apoyo, reclutar personal más calificado y protegerse mejor contra los ataques políticos. Claramente, existe una compensación entre el matiz y la cobertura. Las medidas que son aplicables a varios entornos están destinadas a perder en el minuto las peculiaridades de cada contexto. Sin embargo, al centrarse en las referencias que los miembros del parlamento hacen sobre las agencias burocráticas en sus discursos, los autores pueden aprovechar una audiencia informada y diversa que debería representar las opiniones de las partes interesadas clave.