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    Por qué la voluntad política no es la bala mágica que puede solucionar la crisis energética de Sudáfrica

    Crédito:Pixabay/CC0 Dominio público

    Los sudafricanos dieron una cálida bienvenida al reciente anuncio del presidente Cyril Ramaphosa sobre un "conjunto de acciones" para responder a la crisis energética en el país.

    Los planes incluyen medidas para mejorar el rendimiento de las centrales eléctricas administradas por la empresa de energía eléctrica Eskom, la adquisición acelerada de nueva capacidad de energía y facilitar que las empresas y los hogares inviertan en energía solar en los techos. El plan también contempla la transformación fundamental del sector eléctrico.

    La frustración y la ira han ido creciendo en el país por los cortes de energía, que se han convertido en una realidad desde abril de 2008. No solo son un gran inconveniente para los hogares y los servicios esenciales, sino que la economía también se ve gravemente afectada. Las estimaciones sugieren que los cortes de energía le han costado a la economía R4 mil millones (más de US$238 millones) por día.

    El peor de los cortes rodantes se experimentó durante julio de 2022. Estos se debieron en parte a acciones laborales ilegales y robos y vandalismo en las centrales eléctricas. De ahí el anuncio del presidente.

    Antes, durante y después de los recientes cortes de energía severos, la voluntad política a menudo se ha citado como una de las principales razones por las que el gobierno se demora en introducir soluciones. La firma asesora de economía de energía e infraestructura Meridian Economics argumentó en su sitio que la "voluntad política sustancial" era fundamental para el éxito de tal estrategia.

    La impresión que se ha creado es que la voluntad política es el único ingrediente que falta.

    Pero esta línea de argumentación es simplista. Como investigadora de gobernanza del agua y ciencias políticas durante casi tres décadas, a menudo me encuentro con el efecto milagroso de la voluntad política cuando los científicos la invocan para resolver crisis. Estos pueden variar desde el cambio climático hasta la pobreza y los problemas del agua hasta la corrupción.

    Desde una perspectiva científica, tal conclusión muestra una causa y un efecto directo y lineal entre la voluntad política sustancial y el fin de la crisis. Pero el tema es mucho más complejo. Abordar cualquier gran desafío requiere mucho más, como una aceptación suficiente de las reformas por parte de la mayoría de los actores políticos y de la sociedad en general.

    A continuación, expongo por qué la voluntad política no es la panacea que muchos desean que sea para resolver la crisis eléctrica de Sudáfrica.

    Un concepto del que se habla fácilmente

    Una definición sencilla de voluntad política es cuando un actor está dispuesto a comprometer tiempo, energía, fondos y capital político para lograr el cambio. Se equipara al compromiso político.

    Lo que complica la narrativa en torno a la crisis eléctrica de Sudáfrica y la (falta) de voluntad política es que el concepto se utiliza como la frase clave para indicar cuál es el problema fundamental cuando se habla de cortes de energía, sus causas y remedios.

    Pero la voluntad política, como concepto, es muy vaga. Usarlo no enriquece la comprensión de los procesos políticos y normativos involucrados en el abordaje de un problema. Los comentaristas omiten varios elementos de la voluntad política, la política y los procesos normativos. La voluntad política se convierte en una mera herramienta retórica.

    Esto no significa que la voluntad política no desempeñe ningún papel en los resultados de las políticas. Pero no es el único requisito. Para implementar políticas "con éxito" y cosechar los resultados deseados, se requieren otros insumos y condiciones. Estos incluyen recursos económicos, conocimientos, habilidades, tiempo, un estado capaz, un sistema legal sólido y un contexto global favorable.

    Va incluso más allá de estas necesidades para la probabilidad de éxito del resultado de la política. El anuncio de Ramaphosa muestra una preferencia política. Pero las preferencias se distribuyen entre muchos actores políticos fuera del proceso de reforma eléctrica.

    La pregunta principal es si los aceptarán.

    Otras voces

    El segundo partido de oposición más grande de Sudáfrica, Economic Freedom Fighters (EFF), ya ha indicado que no cree que el plan ponga fin a los cortes de energía. También argumenta que el gobierno está privatizando la generación y distribución de electricidad y que esto aumentará los precios de la energía a niveles inasequibles para las personas pobres.

    El principal partido de la oposición, la Alianza Democrática, apoya la idea, aunque señala que hace mucho tiempo que es necesario.

    El sindicato Solidaridad aboga por la privatización del sector eléctrico. Ha presentado una propuesta al gobierno para la participación de expertos que anteriormente trabajaron en Eskom. El gobierno y Eskom reaccionaron positivamente a la idea. Pero si se incorporará a la política sigue siendo una pregunta abierta.

    Poder político

    El poder político es otro ingrediente a tener en cuenta cuando se habla de voluntad política. Esto se reduce a la capacidad, autoridad y legitimidad de los tomadores de decisiones clave. Si el poder político y las opciones de política, junto con otros recursos, son limitaciones importantes, al gobierno le resultará difícil implementar las acciones. Dicho de otra manera, le faltará voluntad política.

    Las preferencias políticas débilmente mantenidas, fácilmente ignoradas o poco sinceras también pueden influir negativamente en la voluntad política para llevar a cabo la estrategia.

    La pregunta principal aquí es si el gobierno y el partido gobernante pueden mantener sus posiciones sobre el plan de acción.

    En los próximos meses, las señales de intención hacia esta posición darán respuesta a esta pregunta. Las cosas a tener en cuenta incluirán la credibilidad de la estrategia, la voluntad de aplicar sanciones por violar la política y la aplicación de esfuerzos basados ​​en evidencia para promoverla.

    Se necesitan matices

    Para obtener una evaluación más matizada de la voluntad política del partido gobernante de llevar a cabo el plan, la comunidad empresarial y la sociedad deberían investigar estos elementos subyacentes y analizarlos a fondo. La voluntad política consta de una serie de subcomponentes. Estos deben incluirse en la evaluación de la voluntad política general del gobierno para resolver el problema.

    Por ahora, el cambio de paradigma muestra que el gobierno tiene voluntad política para salir de su zona de confort, explorar nuevos territorios y asumir riesgos basados ​​en una toma de decisiones racional. En los próximos meses, Sudáfrica recibirá las señales necesarias para demostrar si el gobierno y el partido de gobierno están realmente comprometidos con la estrategia para terminar con la crisis eléctrica.

    Estas señales mostrarán riesgos para el plan u oportunidades adicionales que podrían aprovecharse. + Explora más

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    Este artículo se vuelve a publicar de The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.




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