1. latencia: Durante el invierno, los árboles entran en un estado de latencia. Conservan la energía arrojando sus hojas y ralentizando sus procesos metabólicos. Esta es una estrategia de supervivencia para lidiar con temperaturas frías y disponibilidad limitada de agua.
2. Awakening de primavera: A medida que las temperaturas se calientan y las horas del día se alargan, los árboles reciben señales para comenzar a crecer nuevamente. Estas señales desencadenan un cambio en las hormonas de la planta, particularmente auxins y gibberellins .
3. Bud Break: Estas hormonas estimulan los brotes, que son pequeños paquetes de tejido latente que contiene las futuras hojas y ramas. Los brotes se hinchan y comienzan a expandirse.
4. Desarrollo de la hoja: Dentro del brote, las células se dividen y se expanden, formando nuevas hojas. Estas hojas están inicialmente plegadas y protegidas por escamas de brotes.
5. desplegando: Las escamas de brote se caen y las hojas se despliegan, revelando sus superficies verdes. Este color verde proviene de clorofila , el pigmento que absorbe la luz solar para la fotosíntesis.
6. Photosíntesis: Ahora que el árbol tiene hojas verdes, puede realizar fotosíntesis, convirtiendo la luz solar en energía para alimentar su crecimiento y desarrollo.
En resumen, el proceso de que los árboles se vuelven verdes nuevamente es una combinación de señales hormonales, cambios de temperatura y el desarrollo de nuevas hojas. Es un hermoso ejemplo de la relación dinámica entre las plantas y su entorno.