1. Anclaje y estabilidad:
* holdfasts: Muchas algas, como el alero, poseen fuertes agujeros que las anclen firmemente al fondo rocoso. Estas estructuras resisten la acción y las corrientes de la onda constante, evitando que se los arrastren.
* Estructuras similares a la raíz: Algunas plantas, como las pastas marinas, tienen estructuras de raíz que penetran en el sedimento, las anclan en su lugar y proporcionan acceso a nutrientes.
* Mecanismos flotantes: Las algas como Sargassum tienen vejigas llenas de gas que los ayudan a flotar cerca de la superficie, maximizando su exposición a la luz solar para la fotosíntesis.
2. Adaptación de luz:
* Diversidad de pigmento: Las plantas neríticas exhiben diversas pigmentos para absorber diferentes longitudes de onda de luz. Esto les permite florecer a profundidades variables, donde la penetración de la luz es limitada. La clorofila (verde) es el pigmento más común, pero otros como la fucoxantina (marrón) y la fycoertrina (rojo) también están presentes.
* Flexibilidad y balanceo: Las algas son flexibles, lo que les permite doblarse y balancearse con las corrientes, maximizando su exposición a la luz solar.
3. Adquisición de nutrientes:
* Absorción: Las algas pueden absorber directamente nutrientes disueltos del agua circundante a través de toda su superficie.
* Relaciones simbióticas: Algunas algas tienen relaciones simbióticas con bacterias que fijan el nitrógeno del agua, lo que les suministra un nutriente vital.
4. Reproducción y dispersión:
* esporas: Muchas algas se reproducen usando esporas, que pueden dispersarse por corrientes a nuevas ubicaciones.
* semillas: Las pastas marinas producen semillas que pueden ser transportadas por corrientes de agua o depositadas por animales.
* Fragmentación: Algunas algas pueden reproducirse asexualmente por fragmentación, donde una pieza de la planta se rompe y se convierte en un nuevo individuo.
5. Resistencia a la salinidad y la temperatura:
* Regulación osmótica: Las plantas neríticas tienen mecanismos para regular su concentración de sal interna, lo que les permite tolerar la alta salinidad del agua.
* Tolerancia a la temperatura: Muchas especies pueden resistir las fluctuaciones en la temperatura, adaptándose a las variadas condiciones de la zona nerítica.
Estas adaptaciones permiten que las plantas neríticas prosperen en el entorno dinámico y desafiante de las aguas costeras poco profundas. Contribuyen significativamente a las complejas redes alimentarias y al equilibrio ecológico de este ecosistema vital.