1. Fuerza gravitacional: La fuerza gravitacional de la Tierra atrae el objeto hacia el centro de la Tierra. Esta fuerza es la que mantiene el objeto en la superficie y evita que se aleje flotando.
2. Fuerza normal: La superficie de la Tierra ejerce una fuerza normal sobre el objeto, empujándolo hacia arriba e impidiendo que se hunda en el suelo. La fuerza normal es igual en magnitud a la fuerza gravitacional, pero de dirección opuesta.
3. Fuerza de fricción: Si el objeto no es perfectamente liso, la superficie de la Tierra también puede ejercer una fuerza de fricción sobre el objeto, oponiéndose a su movimiento. La magnitud de la fuerza de fricción depende del coeficiente de fricción entre las dos superficies y de la fuerza normal.
4. Resistencia del aire: Si el objeto no está en el vacío, el aire también ejercerá una fuerza de arrastre sobre el objeto, oponiéndose a su movimiento. La magnitud de la fuerza de arrastre depende de la forma y el tamaño del objeto, su velocidad y la densidad del aire.
Además de estas fuerzas, el objeto también puede experimentar otras fuerzas, como fuerzas magnéticas o fuerzas eléctricas, dependiendo de sus propiedades y del entorno en el que se encuentre.