Cuando el suelo se erosiona, puede perder sus valiosos nutrientes y materia orgánica, volviéndolo menos fértil y menos capaz de sustentar el crecimiento de las plantas. Esto puede conducir a una reducción de la productividad agrícola, así como a un aumento de las inundaciones, la sedimentación y la contaminación del agua. La erosión del suelo también puede dañar la infraestructura, como carreteras y puentes, e incluso puede provocar el desplazamiento de personas de sus hogares.
Hay varias cosas que se pueden hacer para reducir la erosión del suelo, entre ellas:
- Uso de terrazas y agricultura en contornos para frenar el flujo de agua en las pendientes.
- Plantar cultivos de cobertura para ayudar a mantener el suelo en su lugar.
- Usar mantillo para proteger el suelo del viento y el agua.
- Reducir la cantidad de ganado que pasta en pastos.
- Reforestación de tierras despejadas
La erosión del suelo es un problema grave, pero que puede solucionarse. Al tomar medidas para reducir la erosión del suelo, podemos proteger nuestros ecosistemas, nuestro suministro de alimentos y nuestros medios de vida.