Los científicos utilizan un dispositivo llamado pluviómetro para medir la cantidad de lluvia. Un pluviómetro suele consistir en un colector en forma de embudo que conduce a un recipiente calibrado. Luego, el agua de lluvia recolectada se mide en milímetros o pulgadas, a menudo durante un período de 24 horas. Esta medición proporciona datos valiosos para estudios meteorológicos, gestión de recursos hídricos, planificación agrícola y evaluación del riesgo de inundaciones.