El medio ambiente es un recurso compartido que sustenta todas las formas de vida en la Tierra, incluidas las plantas, los animales y los humanos. Cada especie contribuye al funcionamiento y equilibrio del ecosistema.
Si bien los humanos tienen la capacidad de impactar significativamente el medio ambiente a través de sus acciones, es importante reconocer que somos solo una especie entre muchas que habitan el medio ambiente y dependen de él.
Considerar que el medio ambiente pertenece únicamente a los humanos puede conducir a una perspectiva estrecha y antropocéntrica, descuidando el valor intrínseco y los derechos de otras especies y la interconexión de todas las formas de vida.
Para lograr la sostenibilidad y la armonía ecológicas es esencial un enfoque más holístico que reconozca la interdependencia y el valor intrínseco de todos los seres vivos, así como la responsabilidad de los seres humanos como administradores del medio ambiente.