Plantas vasculares, por otro lado, poseen tejidos vasculares que permiten el transporte eficiente de agua y nutrientes desde las raíces hasta las hojas y otras partes de la planta. Este eficiente sistema de transporte permite que las plantas vasculares crezcan más y desarrollen estructuras más complejas, incluidos tallos, hojas y raíces.
A continuación se presentan algunas razones específicas por las que las plantas vasculares son generalmente más altas que las no vasculares:
- Xilema y floema: La presencia de tejidos de xilema y floema permite que las plantas vasculares transporten agua y nutrientes a largas distancias, apoyando el crecimiento de estructuras más altas.
- Estructuras de apoyo: Las plantas vasculares tienen estructuras especializadas, como paredes celulares ricas en lignina y xilema secundario, que proporcionan soporte estructural y rigidez, lo que les permite crecer sin colapsar por su propio peso.
- Sistemas de raíces extensos: Las plantas vasculares suelen tener sistemas de raíces extensos que las anclan firmemente en el suelo y absorben agua y nutrientes de un área más grande, lo que favorece el crecimiento de brotes más altos.
- Hojas y fotosíntesis: Las plantas vasculares tienen hojas especializadas en la fotosíntesis, que convierte la luz solar en energía química. El transporte eficiente de agua y nutrientes a las hojas permite una mayor actividad fotosintética y la producción de más energía para el crecimiento y desarrollo en altura.
- Adaptaciones a diferentes entornos: Las plantas vasculares han desarrollado varias adaptaciones para prosperar en diferentes entornos, incluida la capacidad de crecer para alcanzar la luz solar en una vegetación densa o acceder al agua y los nutrientes en las capas profundas del suelo.
En conclusión, la presencia de tejidos vasculares, estructuras especializadas de soporte, sistemas radiculares extensos y adaptaciones a diferentes ambientes contribuyen a la capacidad de las plantas vasculares de crecer más en comparación con las plantas no vasculares.