Un nuevo estudio de la Universidad de Washington sugiere que las costas rocosas del noroeste del Pacífico son menos resistentes al cambio climático de lo que se pensaba anteriormente. El estudio, publicado en la revista Nature Climate Change, encontró que estas costas están experimentando una combinación de factores estresantes, incluido el aumento del nivel del mar, la acidificación de los océanos y el aumento de las temperaturas, que les dificulta recuperarse de las perturbaciones.
"Las costas rocosas son ecosistemas importantes que proporcionan un hogar para una variedad de vida marina", dijo la autora principal, la Dra. Emily Carrington. "También son importantes para la recreación humana y el turismo. Nuestro estudio muestra que estas costas están en riesgo por el cambio climático y debemos tomar medidas para protegerlas".
El estudio analizó 12 sitios costeros rocosos en el noroeste del Pacífico, desde Oregón hasta Alaska. Los investigadores midieron una variedad de factores, incluida la abundancia de diferentes especies, la diversidad del ecosistema y la tasa de recuperación de las perturbaciones.
Los investigadores descubrieron que todos los sitios estaban experimentando algún grado de estrés por el cambio climático. El aumento del nivel del mar está provocando la erosión de las costas, lo que está destruyendo el hábitat de la vida marina. La acidificación de los océanos está dificultando que los mariscos y otros organismos marinos construyan sus caparazones, lo que puede provocar la muerte. El aumento de las temperaturas también está provocando que algunas especies se trasladen a nuevas áreas, lo que puede alterar el ecosistema.
Los investigadores también descubrieron que las costas eran menos resistentes al cambio climático de lo esperado. Esto significa que les está tomando más tiempo recuperarse de perturbaciones como tormentas o derrames de petróleo. Esto se debe a que los factores estresantes del cambio climático están dificultando que las costas se reparen por sí mismas.
"Nuestro estudio muestra que las costas rocosas del noroeste del Pacífico están en riesgo por el cambio climático", dijo Carrington. "Necesitamos tomar medidas para proteger estas costas, como reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y crear áreas marinas protegidas".
El estudio fue financiado por la Fundación Nacional de Ciencias, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica y el Programa Washington Sea Grant.