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El transporte terrestre es responsable de casi una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial y representa alrededor del 40 por ciento de las emisiones en Columbia Británica.
El aumento de las emisiones de este sector sugiere un mayor crecimiento a pesar de las políticas actuales. Continuar por este camino pone en duda si podemos cumplir con los requisitos del Acuerdo de París para frenar el calentamiento del planeta.
Jonn Axsen, profesor asociado en la Escuela de Gestión Ambiental y de Recursos de SFU, espera cambiar eso.
En un estudio financiado por el Pacific Institute for Climate Solutions, Axsen y colaboradores Michael Wolinetz, un profesor adjunto de SFU, y Patrick Plötz, del Instituto Fraunhofer en Alemania, llevó a cabo una evaluación en profundidad de políticas y combinaciones de políticas para reducir las emisiones del transporte por carretera, y determinar qué políticas de transporte por carretera funcionan, en que combinaciones y por qué.
Sus hallazgos, que establecen cómo podemos lograr los objetivos climáticos, han sido publicados en la revista Naturaleza Cambio Climático . Los coautores identifican tres regulaciones que deben liderar el camino:estándares de emisiones de vehículos, estándares de combustibles bajos en carbono, y un mandato de venta de vehículos de cero emisiones (ZEV).
Los investigadores señalan que B.C. actualmente tiene las versiones más difíciles de dos de estas políticas. Pero eso no es todo, también se necesitan medidas complementarias. Estos incluyen la tarificación de carreteras y otros esfuerzos para mejorar los viajes activos y el transporte público, así como un crecimiento inteligente en las ciudades.
Llegan a la conclusión de que los responsables de la formulación de políticas de todo el mundo deben implementar una combinación estricta de estas políticas, aunque la combinación exacta puede variar según el contexto.