Más allá de estas condiciones fundamentales, ciertos elementos suelen considerarse cruciales para el surgimiento de la vida. Estos incluyen carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, azufre y fósforo, conocidos colectivamente como CHNOPS. Estos elementos son relativamente abundantes en el universo y pueden formar los componentes básicos de muchas moléculas orgánicas complejas, incluidas proteínas, ácidos nucleicos y lípidos, que son componentes esenciales de los organismos vivos.
Sin embargo, es importante reconocer que nuestra comprensión actual de la vida se basa únicamente en las observaciones y estudios de la vida en la Tierra. Esto significa que no podemos decir definitivamente qué formas puede tomar la vida más allá de la Tierra o si la vida puede existir sin las condiciones específicas que hemos identificado. A medida que continuamos explorando el universo, permanecemos abiertos a la posibilidad de descubrir nuevas formas de vida que puedan desafiar nuestras definiciones y comprensión actuales.