Los científicos han recurrido a datos históricos para analizar cambios a largo plazo en las poblaciones de algas. En uno de los primeros estudios que examina la fenología de las algas utilizando datos históricos, los investigadores analizaron un registro de dos siglos de colecciones de herbario de fucus del Atlántico (Fucus spp.), comúnmente conocidas como algas pardas.
El fucus es importante desde el punto de vista ecológico y económico en la zona intermareal, pero es sensible a los cambios en las condiciones ambientales, lo que lo convierte en una especie indicadora adecuada del calentamiento de los océanos.
El estudio, publicado en la revista Estuarine, Coastal and Shelf Science, analizó colecciones de la región de la Bahía de Brest entre 1810 y 2020.
Los hallazgos clave incluyen:
Impactos del calentamiento:Los resultados revelaron un aumento significativo en la fertilidad de las algas durante todo el período de estudio. Este cambio está directamente relacionado con un aumento observado en la temperatura del mar, lo que indica los efectos del calentamiento del océano en los rasgos fenológicos del Atlántico.
Cambios estacionales:un análisis de los rasgos fenológicos mostró un marcado avance en los eventos fértiles, críticos para la reproducción de las algas, que ocurren en promedio 15 días antes cada década. Este cambio es consistente con el aumento de la temperatura del mar, lo que pone de relieve cómo el calentamiento de los océanos altera el calendario natural de eventos clave del ciclo de vida.
Indicadores climáticos:los hallazgos del estudio refuerzan la sensibilidad de la fenología de las algas al calentamiento de los océanos, convirtiéndolas en una especie indicadora potencial para evaluar los impactos del cambio climático. Los datos a largo plazo proporcionaron información valiosa sobre la respuesta de los organismos marinos a las condiciones ambientales cambiantes.
En general, el estudio subraya la urgente necesidad de mitigar el cambio climático para preservar el equilibrio de los ecosistemas marinos. Comprender y predecir los impactos del calentamiento de los océanos en especies clave como las algas marinas es esencial para informar las estrategias de conservación y garantizar la sostenibilidad de los entornos costeros.