Si bien la okupación puede causar una variedad de problemas en un vecindario, existe cierta evidencia que sugiere que también puede tener algunos efectos positivos. Por ejemplo, los ocupantes ilegales pueden ayudar a mejorar la apariencia de un vecindario renovando edificios abandonados y reparando propiedades dañadas. También pueden proporcionar una fuente de vivienda barata para personas y familias de bajos ingresos. Además, los ocupantes ilegales a veces pueden actuar como elemento disuasivo de la delincuencia al ocupar edificios vacíos que, de otro modo, serían objeto de vandalismo o tráfico de drogas. Por supuesto, los beneficios de la okupación deben sopesarse con los posibles inconvenientes antes de poder sacar conclusiones sobre su impacto general en un vecindario.