El período Mesolítico, que data de hace entre 10.000 y 5.000 años, fue una época de importantes cambios ambientales en Europa. A medida que los glaciares que habían cubierto gran parte del continente durante la última edad de hielo retrocedieron, el clima se volvió más cálido y seco, y el paisaje cambió de tundra a bosque.
Este período también marcó la transición del Paleolítico al Neolítico, con el desarrollo de nuevas tecnologías como la alfarería y la agricultura. En un nuevo estudio, investigadores de la Universidad de Copenhague han examinado cómo estos cambios afectaron las tecnologías de herramientas de piedra utilizadas por los cazadores-recolectores mesolíticos en Dinamarca.
Los investigadores analizaron más de 10.000 herramientas de piedra de 25 sitios diferentes, que datan desde el Mesolítico temprano hasta el Mesolítico tardío. Descubrieron que los tipos de herramientas de piedra utilizadas cambiaban con el tiempo, reflejando las necesidades y estilos de vida cambiantes de los cazadores-recolectores.
A principios del Mesolítico, cuando el clima todavía era relativamente fresco y húmedo, los cazadores-recolectores utilizaban una variedad de herramientas de piedra, incluidos raspadores, buriles y puntas. Estas herramientas se utilizaban para diversas actividades, como raspar pieles, cortar carne y fabricar armas.
Sin embargo, a medida que el clima se volvió más cálido y seco, los cazadores-recolectores comenzaron a utilizar un conjunto diferente de herramientas de piedra. Utilizaron más herramientas para moler y triturar, que se utilizaron para procesar alimentos vegetales como nueces y semillas. También utilizaron menos raspadores y buriles, lo que sugiere que ya no fabricaban tantos artículos de cuero ni cazaban tanto como en el pasado.
Los investigadores creen que estos cambios en la tecnología de las herramientas de piedra reflejan el estilo de vida cambiante de los cazadores-recolectores del Mesolítico. A medida que el clima cambió, tuvieron que adaptar su forma de vida para poder sobrevivir. Comenzaron a depender más de alimentos vegetales y menos de carne, y dedicaron menos tiempo a cazar y fabricar artículos de cuero.
Este estudio proporciona nuevos conocimientos sobre cómo las sociedades cazadoras-recolectoras se adaptaron a las condiciones climáticas cambiantes en el período Mesolítico. Muestra que estas sociedades no eran estáticas, sino que pudieron cambiar su forma de vida para sobrevivir en un entorno cambiante.