1. Orientación de liderazgo en costos:
- Las empresas con una estrategia de liderazgo en costes priorizan la minimización de gastos. En este contexto, la resolución de disputas puede centrarse en procesos rápidos y eficientes para mitigar los riesgos legales y financieros. Puede preferirse la mediación o el arbitraje para evitar litigios costosos.
2. Orientación de diferenciación:
- Las empresas con una estrategia de diferenciación enfatizan productos o servicios únicos. Priorizan mantener una imagen de marca positiva y la satisfacción del cliente. En tales casos, las disputas pueden manejarse con rapidez y discreción para preservar la reputación de la empresa. Se utilizan habitualmente técnicas de mediación y resolución colaborativa de problemas.
3. Orientación a la cuota de mercado:
- Las empresas orientadas a la participación de mercado priorizan el crecimiento y la ventaja competitiva. Es posible que consideren los conflictos laborales como obstáculos potenciales al crecimiento. Para mantener una ventaja competitiva, las disputas pueden resolverse de manera rápida y pragmática, a menudo enfatizando la eficiencia y alcanzando soluciones prácticas.
4. Orientación a la innovación:
- Las empresas con orientación a la innovación valoran la creatividad y las nuevas ideas. Fomentan la comunicación abierta y la colaboración. Los conflictos laborales pueden verse como oportunidades de aprendizaje y mejora. Se pueden emplear métodos alternativos de resolución de disputas, como la mediación transformadora, para facilitar soluciones creativas.
5. Orientación a la sostenibilidad:
- Las empresas con una orientación hacia la sostenibilidad se centran en factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). En dichas empresas, los conflictos laborales pueden manejarse haciendo hincapié en la justicia, la equidad y el bienestar de los empleados. Para resolver conflictos se pueden utilizar la mediación, los debates facilitados y los enfoques de justicia restaurativa.
En resumen, la orientación estratégica de una empresa influye en su enfoque de resolución de disputas al dar forma a la priorización de la eficiencia, la reputación, el crecimiento, la innovación o la sostenibilidad. Cada orientación estratégica requiere diferentes estrategias de gestión de conflictos para alinearse con los objetivos y valores generales de la organización.