Los glotones son una especie adaptada al frío que depende de la nieve y el hielo para sobrevivir. Utilizan la nieve para construir guaridas para reproducirse y criar a sus crías, y dependen del hielo para viajar y cazar para alimentarse. A medida que el clima ártico se calienta, la nieve y el hielo se vuelven menos fiables, lo que está teniendo un impacto negativo en las poblaciones de glotones.
Por ejemplo, un estudio realizado en Canadá encontró que el éxito de las madrigueras de los glotones disminuyó en un 50% entre 1985 y 2012. Esta disminución estuvo relacionada con una disminución en la profundidad de la nieve y un aumento de las temperaturas durante la temporada de madrigueras.
Otro estudio en Alaska encontró que el número de glotones disminuyó en un 20% entre 1992 y 2019. Esta disminución estuvo relacionada con la pérdida de hielo marino, que los glotones utilizan para viajar y cazar focas.
El cambio climático también está haciendo que los glotones sean más vulnerables a la depredación y la competencia de otras especies. Por ejemplo, a medida que el Ártico se calienta, los lobos, los coyotes y los osos pueden trasladarse a nuevas áreas, lo que puede aumentar el riesgo de depredación de los glotones.
En general, el cambio climático está teniendo un impacto negativo en las poblaciones de glotones y es una gran amenaza para su supervivencia.