Tolerancia mejorada a la sequía:los hongos micorrízicos arbusculares (HMA) forman asociaciones simbióticas con las raíces de muchos pastos. Estos hongos extienden sus hifas en el suelo, aumentando la capacidad de absorción de agua y nutrientes del sistema radicular. Como resultado, los pastos con asociaciones de HMA pueden resistir mejor las condiciones de sequía.
Mejor absorción de nutrientes:los HMA también mejoran la capacidad de los pastos para adquirir nutrientes, particularmente fósforo y nitrógeno. Estos nutrientes suelen ser limitantes en los suelos de Texas, especialmente durante períodos de sequía. Al acceder a estos elementos esenciales, los pastos pueden mantener su crecimiento y vigor incluso en condiciones ambientales estresantes.
Protección contra patógenos y plagas:Los hongos pueden actuar como agentes de biocontrol natural, protegiendo los pastos de enfermedades causadas por patógenos y plagas. Los hongos micorrízicos, por ejemplo, pueden inducir resistencia sistémica en los pastos, haciéndolos menos susceptibles a ciertas enfermedades. Además, algunos hongos producen compuestos antimicrobianos que pueden inhibir el crecimiento de microorganismos dañinos.
Mejora de la estructura del suelo:los hongos contribuyen a la agregación del suelo, mejorando la estructura del suelo y la capacidad de retención de agua. Las hifas de los hongos unen las partículas del suelo, creando agregados de suelo estables que resisten la erosión y mejoran la infiltración del agua. Esto ayuda a mantener la humedad del suelo y reduce el riesgo de estrés por sequía para los pastos.
Además, los hongos desempeñan un papel vital en el ciclo de los nutrientes y la descomposición de la materia orgánica, contribuyendo a la fertilidad del suelo y a la salud general del ecosistema. Al apoyar estos procesos ecológicos, los hongos crean un entorno más resiliente para que los pastos prosperen frente a los desafíos del cambio climático.
Dados sus beneficios multifacéticos, los hongos son prometedores como aliados potenciales para ayudar a los pastos de Texas a adaptarse a los impactos del cambio climático y mantener sus funciones ecológicas en el entorno cambiante.