Los mosquitos no desaparecen por completo durante el invierno. Entran en un estado latente llamado diapausa, durante el cual su desarrollo y metabolismo se ralentizan significativamente. Las hembras adultas de mosquitos encuentran lugares protegidos, como madrigueras subterráneas, huecos de árboles o refugios para animales, donde pueden sobrevivir a las frías temperaturas. Algunas especies de mosquitos pasan el invierno como huevos o larvas, mientras que otras migran a regiones más cálidas. A medida que aumentan las temperaturas y las condiciones se vuelven favorables en la primavera, los mosquitos emergen de la diapausa y reanudan su ciclo de vida.