1. Fertilidad del suelo:
La forestación puede mejorar la fertilidad del suelo al aumentar el contenido de materia orgánica. Los árboles dejan caer hojas, ramitas y otro material vegetal que se descompone y agrega nutrientes al suelo. El aumento de materia orgánica también mejora la capacidad del suelo para retener agua.
2. pH del suelo:
La siembra aérea puede influir en los niveles de pH del suelo. Las diferentes especies de árboles tienen distintos efectos sobre la acidez o alcalinidad del suelo. Algunos árboles, como las acacias, pueden liberar compuestos que aumentan el pH del suelo, haciéndolo más alcalino.
3. Textura del suelo:
La presencia de árboles y sus sistemas de raíces puede alterar la textura del suelo. Las raíces crean canales que mejoran la aireación del suelo y la infiltración del agua. Con el tiempo, la estructura del suelo puede volverse más agregada y estable.
4. Temperatura del suelo:
Los árboles proporcionan sombra y reducen la exposición de la superficie del suelo a la luz solar directa. Este efecto de sombreado puede ayudar a moderar la temperatura del suelo, evitando fluctuaciones extremas de calor.
5. Salinidad del suelo:
En suelos salinos o desérticos sódicos, la forestación puede reducir potencialmente el contenido de sal. Los árboles pueden absorber y acumular sales en sus tejidos, eliminándolas eficazmente del perfil del suelo.
6. Erosión del suelo:
Las raíces de los árboles ayudan a anclar el suelo y reducen la erosión hídrica y eólica. La cubierta del dosel también rompe la fuerza de las gotas de lluvia, evitando el desprendimiento y desplazamiento del suelo.
7. Biodiversidad del suelo:
La forestación introduce nuevas especies de plantas, que pueden aumentar la biodiversidad del suelo. La presencia de diversas raíces de plantas y microorganismos asociados mejora el ciclo de nutrientes y el funcionamiento del ecosistema.
8. Secuestro de carbono en el suelo:
Los árboles desempeñan un papel crucial en el secuestro de carbono. Absorben dióxido de carbono (CO2) durante la fotosíntesis y lo almacenan en sus tejidos. Por tanto, la forestación puede contribuir a la reducción de los niveles de CO2 atmosférico.
Es importante señalar que los efectos específicos de la forestación mediante siembra aérea sobre las propiedades fisicoquímicas de la capa superior del suelo pueden variar según factores como las especies de árboles seleccionadas, las condiciones climáticas, las características del suelo y las condiciones ambientales locales. Por lo tanto, es necesario realizar evaluaciones y monitoreo adecuados de los sitios para comprender y gestionar los impactos de la forestación en los ecosistemas desérticos.