Hallazgos clave:
Tolerancia fisiológica: Los pulpos mostraron distintos niveles de tolerancia a la acidificación entre diferentes especies, pero en general, muchos fueron capaces de regular su pH interno para sobrevivir en aguas por debajo de 7,3, mucho más bajo que los niveles oceánicos actuales.
Adaptaciones específicas de especies: Varias especies de pulpos, incluidos Octopus tetricus y Octopus pallidus, mostraron capacidades excepcionales de regulación del pH, compensando eficazmente la acidificación externa en su medio interno.
Implicaciones para la conservación: El estudio no sólo proporciona información sobre la resiliencia de los pulpos, sino que también destaca la urgente necesidad de frenar las emisiones de carbono y limitar la acidificación de los océanos si queremos conservar estas y otras formas de vida marina afectadas por el cambio climático.