1. Vórtice polar: La actual ola de frío extremo en Nueva Inglaterra se atribuye principalmente a un desplazamiento del vórtice polar hacia el sur. El vórtice polar es un patrón de circulación atmosférica a gran escala caracterizado por baja presión y aire frío concentrado cerca de los polos de la Tierra. Cuando el vórtice polar se expande y desciende hacia el sur, puede provocar temperaturas gélidas en regiones que normalmente experimentarían inviernos más suaves.
2. Corriente en chorro: La corriente en chorro, una poderosa corriente atmosférica, desempeña un papel importante en la configuración de los patrones climáticos. Durante el invierno, la corriente en chorro normalmente fluye de oeste a este a través de los Estados Unidos, lo que ayuda a moderar las temperaturas. Sin embargo, cuando la corriente en chorro se distorsiona o se dobla, puede permitir que el aire frío del Ártico penetre más hacia el sur, provocando olas de frío severas como la experimentada en Nueva Inglaterra.
3. Cubierta de nieve: La extensa capa de nieve en la región actúa como un circuito de retroalimentación positiva, amplificando las condiciones climáticas frías. La nieve refleja la luz del sol, impidiendo que el suelo absorba la energía solar y caliente el aire. Esto contribuye aún más a la persistencia e intensificación de las temperaturas frías.
4. Enfriamiento Radial: Durante las noches despejadas, la superficie de la Tierra pierde calor a través de la radiación, lo que hace que bajen las temperaturas. En ausencia de una capa de nubes, que atrapa el calor y actúa como una capa aislante, la pérdida de calor por enfriamiento por radiación puede ser más pronunciada, lo que lleva a temperaturas extremadamente bajas durante la noche.
5. Viento helado: Los vientos fuertes pueden exacerbar la sensación de frío al aumentar la tasa de transferencia de calor desde el cuerpo. La sensación térmica se refiere al efecto combinado de la temperatura y la velocidad del viento, que puede hacer que se sienta más frío que la temperatura real del aire.
Es importante señalar que la combinación de estos factores puede crear una "tormenta perfecta" para un clima extremadamente frío, lo que resultaría en temperaturas peligrosamente bajas que se experimentan actualmente en Nueva Inglaterra.