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    El cambio climático está avivando las llamas del futuro de los incendios forestales en Nueva Zelanda. Port Hills es sólo el comienzo, dice un investigador
    Crédito:Unsplash/CC0 Dominio público

    La semana pasada, un incendio forestal arrasó 650 hectáreas de bosques y matorrales en Port Hills de Christchurch. Esta no es la primera vez que el área se enfrenta a un aterrador incendio forestal.



    Los incendios de Port Hills de 2017 quemaron casi 2.000 hectáreas de tierra y se cobraron una vida y 11 hogares. Pasaron 66 días antes de que los incendios se extinguieran por completo.

    Está claro que Nueva Zelanda se encuentra en un momento crucial. El país se enfrenta a un clima de incendios forestales cada vez más severo. Y nuestras regiones que alguna vez fueron relativamente "seguras" ahora están amenazadas.

    En todos los niveles de gobierno, Nueva Zelanda debe considerar si nuestra inversión actual para combatir los incendios será suficiente en las próximas décadas.

    Nuestra investigación que integra simulaciones climáticas detalladas con observaciones diarias revela un pronóstico sombrío:un aumento tanto en la frecuencia como en la intensidad de los incendios forestales, particularmente en las zonas del interior de la Isla Sur.

    Es hora de considerar lo que esto significará para Fire and Emergency New Zealand (FENZ) y cómo una calibración estratégica de recursos, tácticas y tecnologías ayudará a Nueva Zelanda a enfrentar esta amenaza emergente.

    Los factores climáticos que provocan los incendios forestales

    El año pasado fue el año más cálido registrado por un amplio margen. Y con El Niño a toda velocidad hasta 2024, las condiciones en Aotearoa, Nueva Zelanda, a finales del verano, son cálidas y secas. También hay abundante combustible vegetal procedente de La Niña húmeda que se aleja.

    Los matorrales secos y la vegetación de pasto en Port Hills, un área que estaba aproximadamente un 30% por encima de los umbrales de peligro de incendio por sequía "extrema", impulsaron la inflamabilidad de la región. Y el 13 de febrero, cuando comenzaron los últimos incendios, un fuerte viento racheado del noroeste soplaba entre 40 y 50 kilómetros por hora con valores de humedad relativa excepcionalmente secos.

    Estas condiciones dieron como resultado un comportamiento extremo de los incendios forestales. Sólo la respuesta rápida y coordinada de FENZ en tierra y en el aire evitó que este incendio empeorara mucho.

    Si bien las condiciones ya son malas, nuestro estudio reveló una tendencia preocupante:la aparición generalizada de un nuevo clima de incendios forestales, con regiones que antes no se veían afectadas por condiciones de incendios forestales "muy extremas" que ahora enfrentan amenazas sin precedentes.

    Los peligros más graves se proyectan para áreas como Mackenzie Country, Upper Otago y Marlborough, donde condiciones similares a los incendios del "Verano Negro" de Australia podrían ocurrir cada tres a 20 años.

    Este cambio no es simplemente una preocupación ambiental, es socioeconómica. La creciente amenaza de incendios forestales afectará a las comunidades, las iniciativas gubernamentales de plantación de árboles y las inversiones financieras en bosques de carbono.

    Recursos mejorados y respuesta ágil

    La estrategia de extinción de incendios de Nueva Zelanda enfatiza la velocidad y la maniobrabilidad, especialmente en la fase de ataque inicial, para evitar que los incendios forestales se conviertan en desastres a gran escala.

    Se asignan aproximadamente 10 millones de dólares neozelandeses anualmente a los servicios generales de aviación de extinción de incendios, lo que se traduce en unas 11.000 horas de vuelo. La batalla aérea sobre Port Hills alcanzó su punto máximo el jueves y viernes. Este esfuerzo costó más de 1 millón de dólares y contó con hasta 15 helicópteros activos durante los dos días.

    Las operaciones de FENZ se financian principalmente mediante gravámenes de seguros de propiedad. Sin embargo, con el aumento de la gravedad y la frecuencia de los incendios forestales, puede ser necesario revisar este modelo de financiación para adaptarlo a la evolución de la cartera de riesgos.

    El cambio climático ya está impulsando la retirada de los seguros, un fenómeno por el cual las propiedades costeras no pueden renovar sus seguros debido al aumento del nivel del mar. Es posible que las compañías de seguros adopten una postura similar en zonas extremadamente propensas a incendios.

    La agilidad de FENZ y los equipos de bomberos rurales asociados, junto con la inversión y la integración de tecnologías y modelos avanzados para una mejor predicción y gestión de incendios forestales, pueden mejorar significativamente la eficacia de los esfuerzos de extinción de incendios.

    Ajustes de políticas y participación comunitaria

    Los ajustes en los marcos normativos y regulatorios también son cruciales para mitigar los riesgos de incendios forestales y deberían ser explorados por expertos.

    Para reducir significativamente la aparición de nuevos incendios, es necesario implementar mayores restricciones de acceso y prohibir actividades de alto riesgo cuando las áreas se encuentran bajo "riesgo extremo de incendio".

    Además, las iniciativas de preparación y participación de la comunidad son vitales. Un ejemplo exitoso es Mt Iron, Wanaka, donde se desarrolló un modelo después de que entrevistas, grupos focales y talleres con residentes identificaran acciones de mitigación y concientización sobre el riesgo de incendios forestales.

    Educar a las comunidades vulnerables sobre los riesgos de incendios forestales y las estrategias de preparación también puede mejorar la resiliencia y la seguridad de la comunidad.

    La aparición de un clima de incendios forestales más severo en Nueva Zelanda exige una respuesta unificada, que integre una mayor inversión en FENZ, planificación estratégica y participación comunitaria.

    Al adoptar un enfoque multifacético que incluye innovación tecnológica, recursos mejorados y empoderamiento de la comunidad, Nueva Zelanda puede navegar las complejidades de esta nueva era con resiliencia y previsión.

    Proporcionado por The Conversation

    Este artículo se vuelve a publicar desde The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.




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