Ubicación de eventos emparejados de inundaciones y sequías coloreados de acuerdo con los cambios en el impacto y sus indicadores de cambio. a, Ubicación de eventos pareados de inundaciones y sequías (n =45). Los números son ID de eventos emparejados. b, Indicadores de cambio, ordenados por cambio de impacto. Se considera que el impacto está controlado por la amenaza, la exposición y la vulnerabilidad, que se ven exacerbados por las deficiencias en la gestión de riesgos. Crédito:Naturaleza (2022). DOI:10.1038/s41586-022-04917-5
La gestión de riesgos ha reducido la vulnerabilidad a inundaciones y sequías en todo el mundo, pero su impacto sigue aumentando en todo el mundo, según un estudio publicado en la revista Nature , que cuenta con la participación de la investigadora María del Carmen Llasat, catedrática de Física de la Atmósfera de la Facultad de Física y miembro del Instituto de Investigación del Agua (IdRA) de la Universidad de Barcelona.
Esta intensificación del impacto de los fenómenos naturales es particularmente notoria cuando el segundo evento (lluvias, inundaciones o sequías) que afecta a la misma región tiene un mayor grado de peligrosidad (más intensidad y magnitud) que el primer evento registrado anteriormente.
“Esto se debe a que la mejora en la gestión se ha basado en los parámetros de episodios anteriores, pero no ha sido diseñada para hacer frente a eventos tan extremos. La dificultad observada en la gestión de eventos sin precedentes es alarmante, sobre todo si tenemos en cuenta que, a raíz del cambio climático, los eventos hidrológicos que se proyectan son cada vez más extremos”, señala Llasat.
Episodios de inundaciones y sequías en todo el mundo
El estudio, dirigido por la experta Heidi Kreibich, del Centro Alemán de Investigación en Geociencias (GFZ), cuenta con la participación de casi un centenar de expertos de la Asociación Internacional de Ciencias Hidrológicas (IAHS).
El estudio analiza 29 pares de episodios de inundaciones y 15 casos de episodios de sequía en diferentes zonas del mundo. El objetivo es comprobar cómo han cambiado estos factores implicados en el riesgo entre el primer y el segundo episodio, ocurriendo generalmente con más de diez años de diferencia, pero en el mismo lugar.
En el caso de Cataluña, el estudio comparó las inundaciones pluviales en Barcelona ocurridas el 21 de septiembre de 1995 y el 6 de septiembre de 2018, y las sequías registradas en los periodos 1986-1989 y 2004-2008. Para realizar este análisis comparativo, en el caso de las precipitaciones, los investigadores trabajaron en colaboración con el Ciclo del Agua de Barcelona (BCASA), entidad encargada de la gestión de las lluvias pluviales en Barcelona, y en el caso de las sequías, trabajaron en colaboración con el Observatorio del Ebro (URL-CSIC).
Barcelona ciudad, un caso de éxito
El estudio internacional ha registrado solo dos historias de éxito, Barcelona y Europa Central, en la gestión de amenazas naturales, de los 29 pares de eventos de inundación analizados en todo el mundo. En estos casos, la peligrosidad del segundo evento registrado fue mayor que la del primero, pero el daño registrado fue menor.
En el caso de Barcelona, tras las inundaciones de 1996, la ciudad impulsó un plan que culminó con la construcción de 15 balsas de retención de aguas pluviales y la mejora de todo el sistema de prevención y gestión de inundaciones.
“La mejora de la red pluvial de Barcelona durante los últimos veinte años ha sido decisiva para paliar los efectos de las inundaciones en la ciudad. De hecho, mientras que en el Área Metropolitana de Barcelona se ha producido un ligero aumento de las inundaciones desde 1981, esta tendencia es negativa en Barcelona. Sin embargo, esto no es suficiente”, apunta Llasat, miembro del Departamento de Física Aplicada y responsable del Grupo de Análisis de Situaciones Meteorológicas Adversas (GAMA).
“Se debe aumentar la permeabilidad del suelo con adoquines que permitan el paso de la lluvia, se deben destinar más áreas para espacios verdes y calles y se deben mantener limpios los drenajes. Sin embargo, aún existen barrios con grandes problemas de inundación donde es difícil realizar actuaciones estructurales, como depósitos de aguas pluviales, en estos casos es necesario buscar soluciones que requieran de la participación ciudadana y la sensibilización ante este tipo de sucesos.”
"La gestión de inundaciones en Alemania y Austria es la otra historia de éxito descrita en el artículo. Dos factores comunes se destacan en las estrategias exitosas de Barcelona y Europa Central:la mejora de la gobernanza de la gestión de riesgos —más integración en la gestión de emergencias y los sistemas de alerta temprana— y la puesta en marcha de una serie de medidas estructurales que requirieron una elevada inversión (los embalses de aguas pluviales de Barcelona o la construcción de diques en Centroeuropa).”
¿Cómo mejorar la gestión del riesgo natural?
Los esfuerzos para promover respuestas más operativas y efectivas a estos eventos extremos enfrentan una serie de obstáculos. “Grandes inversiones como las que se hacen en la ciudad de Barcelona o en Centroeuropa no son posibles para todos. De hecho, tampoco serían deseables. Estudios recientes han demostrado que pueden dar lugar a una falsa sensación de seguridad (especialmente en los caso de crecidas de ríos), ya que aumentan la ocupación de zonas inundables y por tanto el riesgo asociado.”
“A pesar de las mejoras estructurales”, continúa, “Naciones Unidas considera que Barcelona no está haciendo lo suficiente para concienciar a sus habitantes, ni a los visitantes, sobre el riesgo de inundaciones. Se trata de un problema generalizado”, afirma Llasat.
Mejorar la gobernanza, aplicar soluciones basadas en la naturaleza e involucrar a los ciudadanos son las acciones globales clave para mitigar los efectos de los peligros naturales en todo el mundo, en un contexto de desarrollo sostenible.
“Es necesario que la Administración mejore su conocimiento del riesgo, la distribución de las zonas más inundables de la ciudad, cómo actuar cuando hay lluvias intensas, etc. En cuanto a los ciudadanos, es necesario tomar conciencia de que esto el riesgo aumentará con el cambio climático y que necesitaremos de la participación ciudadana.La educación en las escuelas, la información obligatoria sobre los riesgos de inundación, la mejora de los avisos a la población y las pautas sobre cómo actuar tanto de forma preventiva como durante la emergencia son también algunos de los puntos a tener en cuenta. considerados para reducir el impacto de estos eventos naturales", concluye el profesor Llasat. Investigadores exploran cómo las inundaciones y sequías están desafiando a la ciencia y la sociedad a nivel mundial