Plantación de almendros. Crédito:Universidad de Córdoba / PxHere
En 1995, la severa sequía que devastó España dejó algunas granjas que utilizaban la agricultura de riego sin suministro de agua. Aunque no ha vuelto a suceder desde entonces, El cambio climático aumenta las posibilidades de esta amenaza. Para los agricultores que cultivan cultivos anuales, un hecho como este significaría perder un año de trabajo, pero aquellos que tienen arboledas corren el riesgo de perder no solo la producción de su año, pero también su inversión a largo plazo.
Un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba y del Instituto de Agricultura Sostenible del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Córdoba lleva años trabajando en varios proyectos para mejorar la gestión del agua y maximizar la productividad de cultivos arbóreos como el olivo, almendras y cítricos. Una de sus líneas de investigación se basa en el hecho de que cuando hay escasez de agua, los árboles transpiran menos, calentarse, y terminan produciendo menos.
En su último proyecto de investigación, estudiaron cómo un indicador llamado Índice de estrés hídrico de cultivos (abreviado como CWSI), basado en la detección de aumento de temperatura en árboles con estrés hídrico, está relacionado con el consumo relativo de agua en un almendro. El consumo de agua o la transpiración de los árboles es muy difícil de medir, mientras que la temperatura de un árbol se mide fácilmente mediante sensores remotos. similares a los que se utilizan a diario durante la pandemia para detectar personas con fiebre. En su último trabajo, este grupo demostró experimentalmente por primera vez que existe una relación entre la transpiración relativa y el CWSI en los almendros. Entonces, los agricultores pueden averiguar en cualquier momento si los árboles consumen agua al 80-90% de su capacidad, es decir, dentro de los niveles óptimos, o si tienen altos niveles de estrés y necesitan urgentemente más agua.
"Este indicador, el CWSI, tiene la ventaja de que el consumo relativo de agua se puede determinar mediante teledetección, utilizando drones o aviones tripulados y se puede obtener un mapa de la transpiración en diferentes áreas de una plantación. En el futuro, Lo más probable es que los satélites se utilicen para realizar este trabajo con mucha precisión en las grandes plantaciones ", explica Elías Fereres, Profesor Emérito del Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba y miembro del equipo de investigación, que está dirigido por Victoria González Dugo del Instituto de Agricultura Sostenible del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas.
Por lo tanto, estos mapas CWSI permitirán regar diferentes áreas de una finca de diferentes maneras en términos del nivel de agua necesario en cada momento, maximizando así la producción con los mínimos recursos hídricos necesarios o los disponibles en ese momento. Esta investigación se enmarca en la técnica conocida como riego de precisión, un nuevo sistema que utiliza la tecnología más avanzada para regar a un nivel óptimo, suministrando la cantidad exacta de agua a cada parte de la arboleda y evitando pérdidas. "El objetivo es utilizar el agua de forma eficaz y donde más se necesita", señala Elías Fereres.
Aunque la investigación se realizó en plantaciones de almendros, esta investigación podría utilizarse en otros cultivos arbóreos como olivos, que son tan importantes para la economía andaluza y que en muchas ocasiones sufren épocas de escasez de agua.