Las microperlas y los residuos plásticos astillados de las bolsas y vasos de la compra suelen acabar en los océanos del mundo.
El parlamento japonés aprobó el viernes un proyecto de ley destinado a reducir el volumen de microplásticos vertidos al océano. pero no incluía sanciones por incumplimiento.
La medida, que recibió la aprobación unánime de la cámara alta, busca alentar a las empresas a reducir el uso de microplásticos, incluidas las microperlas, diminutas partículas de plástico que se utilizan en cremas exfoliantes y otros productos cosméticos.
Pero la ley no contiene detalles sobre el castigo para quienes la infrinjan, planteando preguntas sobre su impacto.
Las microperlas y los desechos plásticos astillados de las bolsas y vasos de la compra a menudo terminan en los océanos del mundo, contribuyendo a la acumulación de plástico que asfixia a las criaturas marinas y daña el medio ambiente.
El efecto de los microplásticos en la salud humana sigue sin estar claro, pero los científicos han expresado su alarma por su presencia en todo, desde agua embotellada hasta mariscos.
Un equipo de investigadores descubrió el año pasado que alrededor del 40 por ciento de los peces capturados en una encuesta en Japón tenían microplásticos en sus sistemas digestivos.
Los líderes mundiales han expresado su preocupación y cinco países en la reunión del Grupo de los Siete en Canadá este mes firmaron una nueva carta que busca limitar la contaminación plástica.
Japón, junto con los Estados Unidos, no se suscribió a la carta, que tiene como objetivo, entre otras cosas, aumentar el reciclaje de plástico.
La industria japonesa ha comenzado a tomar medidas para abordar las preocupaciones sobre los microplásticos, según el gobierno, con los principales fabricantes que ya están poniendo fin al uso de microperlas.
La nueva ley también alienta al gobierno local a educar a los residentes sobre el reciclaje y la reducción de plásticos.
© 2018 AFP