1. Color: La roca se volverá de color más ligero. Los minerales felsicos como el cuarzo y el feldespato son típicamente de color claro, mientras que los minerales máficos como el piroxeno y la olivina son oscuros.
2. Densidad: La roca se volverá menos densa. Los minerales felsicos tienen densidades más bajas que los minerales máficos.
3. Punto de fusión: La roca tendrá un punto de fusión más alto. Los minerales felsic tienen puntos de fusión más altos que los minerales máficos.
4. Viscosidad: El magma formado por la roca se volverá más viscoso (más grueso). Esto se debe a que los minerales felsic tienen un mayor contenido de sílice, lo que hace que el magma sea más resistente al flujo.
5. Composición química: La roca tendrá un mayor contenido de sílice y un contenido más bajo de hierro, magnesio y calcio.
6. Potencial explosivo: El aumento del contenido de sílice puede hacer que el magma sea más probable que estallen explosivamente. Esto se debe a que la mayor viscosidad atrapa los gases, lo que lleva a una acumulación de presión.
7. Tipo de roca: La roca se clasificará como más felética. Esto significa que tendrá una mayor proporción de sílice y otros elementos de luz en comparación con las rocas máficas.
Ejemplos:
* granito: Una roca ígnea felina con un alto porcentaje de cuarzo y feldespato. Es de color claro, denso y tiene un alto punto de fusión.
* basalto: Una roca ígnea máfica con un porcentaje más bajo de minerales felsicos. Es de color oscuro, denso y tiene un punto de fusión más bajo.
En resumen, un aumento en los minerales felsicos da como resultado una roca más ligera, menos densa y más viscosa con un punto de fusión más alto y potencial para erupciones explosivas. Este cambio en la composición mineral influye en las características de la roca y el magma que forma.