1. Depósitos glaciales en ubicaciones inesperadas:
* Wegener observó evidencia de glaciares antiguos (estrías glaciales, hasta depósitos) en áreas como América del Sur, África, India y Australia. Estas áreas se encuentran actualmente en regiones tropicales o subtropicales, donde los glaciares serían imposibles hoy.
* Esto sugirió que estos continentes alguna vez estuvieron ubicados más cerca del Polo Sur, donde podían formarse los glaciares, y luego se dirigieron a sus posiciones actuales.
2. Evidencia fósil de climas tropicales en regiones polares:
* Encontró evidencia fósil de plantas y animales tropicales, como helechos y reptiles, en regiones como Groenlandia y Antártida.
* Esto indicó que estas áreas alguna vez estuvieron ubicadas en regiones más cálidas y tropicales, apoyando la idea de la deriva continental.
3. Depósitos de carbón en regiones frías:
* La presencia de vastos depósitos de carbón en regiones como Groenlandia y Antártida, formada por los antiguos bosques de pantanos, indicó que estas regiones alguna vez estuvieron ubicadas en entornos cálidos y tropicales donde la exuberante vegetación podría prosperar. Esto contradijo la idea de que estas regiones siempre estaban en sus posiciones actuales.
4. Formaciones rocosas en todos los continentes:
* Wegener también señaló similitudes en formaciones rocosas y estructuras geológicas en diferentes continentes, que parecían encajar como piezas de un rompecabezas. Esto proporcionó más evidencia de que los continentes alguna vez estuvieron conectados.
En resumen, el uso de evidencia climática de Wegener en rocas, incluidos depósitos glaciales, fósiles tropicales y depósitos de carbón, apoyó fuertemente su hipótesis de la deriva continental. Argumentó que estas inconsistencias en la evidencia climática solo podían explicarse por el movimiento de los continentes a lo largo del tiempo.