* Tensión superficial: Los sedimentos de grano fino, como la arcilla o el limo, son típicamente más cohesivos. Cuando una gota de lluvia golpea una superficie de grano fino, la tensión superficial del agua hace que forme una impresión más definida y redonda. Es más probable que esta impresión se preserve a medida que el sedimento se endurece.
* Erosión: Los sedimentos de grano grueso, como la arena o la grava, son menos cohesivos y se erosionan más fácilmente. Los impactos de la gota de lluvia en estas superficies tienen más probabilidades de ser borrados por la erosión posterior o por el movimiento de granos más grandes.
* Tamaño de grano: Los sedimentos de grano fino tienen partículas más pequeñas, lo que las hace más susceptibles a las fuerzas de un impacto en la gota de lluvia. El impacto crea una impresión más definida dentro de los granos más pequeños y densamente empacados. Es menos probable que los sedimentos de grano grueso, con brechas más grandes entre las partículas, conserven una impresión aguda.
* ambiente sedimentario: Los sedimentos de grano fino a menudo se depositan en entornos tranquilos y de baja energía, como lagos, lagunas o pantanos. Estos entornos son menos propensos a la erosión y permiten la delicada preservación de las impresiones de gota de lluvia. Los sedimentos de grano grueso generalmente se depositan en entornos de mayor energía, como playas o ríos, donde la erosión es más frecuente y las impresiones de gota de lluvia tienen menos probabilidades de sobrevivir.
En resumen: La combinación de tensión superficial, erosión, tamaño de grano y entorno deposicional hace que la roca sedimentaria de grano fino sea el medio ideal para preservar las impresiones de la gota de lluvia.